Ciudad de México. A la economía mexicana, que ha empezado con fuerza el 2023, le preocupa que se debilite hacia delante el empleo y la economía de Estados Unidos, pese a que éstas variables macroeconómicas agobian a la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos de que inhiban el descenso de la aún alta inflación estadunidense, afirmó José-Oriol Bosch, director general de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
“Más allá si la política monetaria de la Fed lleva a Estados Unidos a una recesión económica, técnica o breve, es un hecho es que hay una preocupación de que se vaya a desacelerar la economía de Estados Unidos porque estamos viendo una dependencia en México muy grande. Lo que le concierne a México es que estamos viendo que la economía de Estados Unidos sigue fuerte y una de las preocupaciones de la Reserva Federal es que los datos de empleo siguen siendo fuertes y sigue muy fuerte el consumo, lo que es muy bueno para México”, describió Bosch.
Tan sólo lo anterior, dijo, se ve reflejado desde el año pasado en el crecimiento de exportaciones y este año, los datos de exportaciones van muy bien y eso está ayudando a la economía de México, además de todo lo que estamos viendo en todos los temas de inversión extranjera directa, la relocalización (nearshoring), de la inversión de Tesla y demás proyectos, están haciendo resiliente a la economía mexicana y está mejorando sus tasas de crecimiento.
Una vez que sonaron las campanas de la BMV en búsqueda de la equidad de género, Bosch Par destacó que el mercado nuevamente empieza descontar o más bien a patear hacia el próximo año, lo que estaba descontando este año, de que los bancos centrales subieran tasas a principios de 2023 y a finales estarían bajando tasas; las perspectivas han cambiado y para el 2024 empezarán a ver descensos en tasas de referencia.
Efecto de tasas altas
Ante la única salida que ve la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos para regresar la inflación a 2.0 por ciento es subir la tasa de referencia (el costo del financiamiento de los agentes económicos) más allá del 5.25 por ciento, tiene un efecto en el mercado bursátil mexicano.
En el mercado accionario se está afectando a la cotización de las empresas. Y es que si el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) cotiza sobre los 53 mil puntos y para finales del 2023 va a estar en 58 mil enteros, entonces se tendría un rendimiento de al menos un 10 por ciento, por lo que es mejor comprar un Cete, según la posición del inversionista.
No tomar riesgo, sin incluir dividendos y se pueden ir a una inversión libre de riesgo; a la empresa también le afecta si tiene un proyecto de inversión de crecimiento y expansión, pero si no da un premio arriba de la tasa de libre riesgo del gobierno federal, pues mejor ni se meten.
Lo que es deuda, mayores tasas de interés pueden frenar un poco el apetito de los emisores, pero la BMV no lo ha visto desde el año pasado, pues tuvo un incremento de 50 por ciento con respecto al 2021.