Ciudad de México. El Banco de México (BdeM) no sólo tomará en cuenta las declaraciones de los miembros de la Reserva Federal (Fed), sino lo que sucede internamente con la inflación para el siguiente movimiento de las tasas de interés el próximo 30 de marzo, aseguró Galia Borja, subgobernadora del banco central.
La postura de Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, de que el nivel final del costo del financiamiento (tasas de interés) probablemente será más alto de lo esperado, como resultado de los últimos datos de empleo estadunidense, no es el único elemento decisivo para la próxima toma de decisiones de política monetaria en México, afirmó Borja.
Tras participar en el campanazo con motivo de la Conmemoración del Día Internacional de la Mujer (“Ring the Bell for Gender Equality”), en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), la subgobernadora del Banco de México destacó que una cosa son las declaraciones en comparecencias que hacen los miembros de la Fed, principalmente el presidente, y otra es que hay muchos elementos en México que analizar y estudiar en la dinámica mexicana para tomar decisiones de tasas de referencia.
Por ejemplo, dijo Borja, mañana jueves el Instituto Nacional de Estadística y Geografía dará a conocer el dato de inflación de febrero, el cual estima que esté en línea con sus estimaciones (de un nivel de 7.7 por ciento).
En enero de 2023, los precios al consumidor en México subieron 7.91 por ciento anual; en tanto, la inflación general anual de la primera mitad de febrero se desaceleró por segunda quincena consecutiva, al pasar de 7.88 por ciento en la segunda quincena de enero a 7.76 por ciento en la primera de febrero.
“Tomamos muchos elementos no nada más uno; por supuesto, una cosa son las declaraciones que vienen haciendo los miembros de la Fed, en particular el presidente, pero también tenemos un dato muy importante que es el de febrero y todos los días de aquí a nuestra siguiente decisión (30 de marzo) todavía hay muchos datos que estudiar y observar. Yo espero que la inflación de febrero esté en línea con nuestro último pronóstico”, detalló la autoridad monetaria.
Y es que antes de la última decisión monetaria (febrero), el Banco de México había seguido los pasos de la Fed, en un efecto espejo a lo que el banco central, del país principal socio comercial de México, hacía para reducir la elevada inflación en aquella economía.
Sobre la fortaleza del peso, Galia Borja recordó que en México el mercado cambiario está bajo un régimen de libre flotación (oferta y demanda), por lo que son muchas las variables las que apoyan o mueven al tipo de cambio y, por supuesto, el tema de las importaciones sí ayuda al descenso de la inflación (al descender el precio de los bienes importados), pero no así para otros temas, “entonces es complejo y son muchas las variables las que hay que estudiar”.
