Este miércoles, el Complejo Cultural Los Pinos abrió por vez primera sus puertas a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer. Lo hizo con una ceremonia organizada por la Secretaría de Cultura (SC) federal que tuvo como elemento principal el ritual conocido como los voladores de Papantla, pero realizado por un grupo de mujeres.
Encabezado por la titular de la SC, Alejandra Frausto, el acto contó con la participación de las Doncellas del Viento, mujeres voladoras de las comunidades Xochiapulco y Cuetzalan, Puebla, y tuvo lugar en el palo volador ubicado en Plaza Cencalli, dentro de Los Pinos, con una altura aproximada de 20 metros.
El ritual del vuelo fue realizado por el caporal Gregorio Antonio Morales y las voladoras María del Carmen Ortiz García, Irene García Hernández, Xóchitl Salas de la Cruz, Jocelyn de Jesús Mora Chávez y Karina Zárate Bonilla,.
Al tomar la palabra, ésta última, de Sangre Nueva de Xochiapulco, aseguró que ser voladora o volador involucra “en sí un mensaje de paz y armonía, y en el marco del 8 de marzo, el respeto a las mujeres. Hoy presentaremos un vuelo de puras mujeres y queremos que también ustedes lo puedan disfrutar y lleven un mensaje de paz y armonía a sus comunidades”.
A su vez, Irene García Hernández, de Cuetzalan, dijo: “Hoy 8 de marzo estamos celebrando a la mujer, mujeres que fuimos ayer, que somos hoy y que vamos a ser mañana. Somos la semilla de nuestros ancestros, de las mujeres que se fueron y de las mujeres que vamos a seguir siendo”.
Apenas el pasado sábado 4 de marzo, una joven voladora integrantes del grupo “Hermanos Águila”, también de Puebla, de nombre María Rita Torres, falleció a los 19 años al resbalar mientras escalaba el palo volador y caer de una altura de 15 metros. El accidente ocurrió durante su participación en la Feria de las Flores 2023, en Huauchinango, Puebla.
La ceremonia tradicional del vuelo ocurre tras una ardua preparación física y espiritual. El caporal, junto con los cuatro voladores o - en este caso- las voladoras, se elevaron ataviados con su vestimenta tradicional hasta una altura de 20 metros sobre un palo de madera, con una cuerda atada a su cintura, informó la SC en un comunicado.
Durante el vuelo, describió, rodearon los cuatro puntos cardinales al son de la flauta, tambor y palillo de zapote, dando 52 vueltas que representan el antiguo calendario cósmico mesoamericano de la renovación del fuego.
Aunque esta representación se asocia generalmente a la región del Totonacapan, Veracruz, otros grupos indígenas también la realizan como una actividad propia de su vida ceremonial y ritual. Actualmente, se practica en los estados de Hidalgo, San Luis Potosí, Puebla, Ciudad de México y Michoacán, así como en los países de Nicaragua y Guatemala, agregó la dependencia.