Londres. El príncipe Enrique y su esposa Meghan Markle fueron invitados a la coronación del rey Carlos III, informó ayer The Sunday Times, pero la pareja, que reside en Estados Unidos desde 2020, no ha comunicado si asistirá.
Según un portavoz de la pareja, citado por el diario británico, el príncipe Enrique "recibió recientemente un correo electrónico de la oficina de su Majestad sobre la coronación" de Carlos III, de 74 años, que se celebrará el 6 de mayo.
"Por el momento, no se comunicará por nuestra parte la decisión inmediata sobre la presencia del duque y la duquesa", precisó el portavoz.
Contactado por AFP, el Palacio de Buckingham no quiso hacer comentarios sobre esta información.
El regreso de los duques de Sussex al Reino Unido para asistir a la coronación hace correr ríos de tinta en la prensa británica, sobre todo tras los ataques violentos de la pareja contra la familia real.
Luego de un documental difundido en Netflix en diciembre, Enrique, de 38 años, publicó a principios de enero su controvertido libro de memorias "Spare" ("En la sombra", en español) en el que narra una adolescencia marcada por la droga y el alcohol y detalla el deterioro de las relaciones con su padre, el rey Carlos III, y su hermano Guillermo.
El sábado, en una larga conversación con un especialista sobre trauma, difundida en directo en internet, Enrique volvió a criticar a su familia.
Enrique explicó que, al haber crecido en una "familia rota", ahora intenta criar a sus hijos Archie y Lilibet de forma que no les transmita sus "traumas".
"A lo largo de toda mi vida, de mi juventud, me sentí ligeramente distinto del resto de mi familia", afirmó al doctor Gabor Mate, según numerosos medios que informaron de esta entrevista.
"Me sentía extraño" en este entorno "y sé que mi madre sentía lo mismo", dijo en referencia a la princesa Diana.
Según él, su esposa Meghan, "un ser excepcional" que venía de "un mundo diferente", lo "salvó" y lo "ayudó a salir adelante".