Atenas. El primer ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, pidió perdón a los familiares de los 57 fallecidos en la peor tragedia ferroviaria del país, donde este domingo se produjeron nuevas manifestaciones que derivaron en altercados.
"Como primer ministro, les debo a todos, pero sobre todo a los familiares de las víctimas (pedirles) perdón", escribió el dirigente en un mensaje a la nación.
"En Grecia, en 2023, no es posible que dos trenes circulen en sentido contrario en una misma vía y que nadie se dé cuenta", agregó en su mensaje, publicado en Facebook.
"No podemos, no queremos y no debemos escondernos detrás del error humano", imputado al jefe de estación, dijo.
La colisión entre un tren de pasajeros entre Atenas y Tesalónica y uno de mercancías el martes cerca de Lárisa (centro) causó 57 muertos y ha provocado una ola de protestas en el país.
Unas 12 mil personas, según la policía, se congregaron este domingo delante del Parlamento, en Atenas, en unas protestas convocadas por estudiantes, trabajadores ferroviarios y funcionarios.
Los manifestantes, con pancartas en las que se podía leer "Abajo los gobiernos asesinos" y "no fue un error humano", lanzaron al cielo cientos de globos negros, en memoria de las víctimas.
"Sentimos una rabia inmensa", dijo a AFP Michalis Hasiotis, presidente de un sindicato de expertos contables, que se sumó al cortejo.
"El interés por las ganancias, la falta de medidas para la protección de los pasajeros condujo a la peor tragedia ferroviaria en nuestro país", afirmó.
"Nada funciona en este país, los hospitales están agónicos, las escuelas cierran, los bosques se queman... ¿De quién se burlan?", dijo Nikos Tsikalakis, presidente de un sindicato ferroviario.
Manifestantes lanzaron cócteles Molotov y la policía respondió con gases lacrimógenos y granadas ensordecedoras, reportaron periodistas de AFP.
Según la policía griega, siete agentes resultaron heridos y cinco personas fueron detenidas tras los altercados.
Poca experiencia
Este drama ha conmocionado al país sobre todo porque muchas de las víctimas eran jóvenes estudiantes que regresaban tras un largo fin de semana feriado a Tesalónica, una ciudad universitaria en el norte.
En Lárisa, el jefe de estación señalado como responsable del desastre, comparecía este domingo ante la justicia, donde puede ser imputado por "homicidio involuntario por negligencia".
El hombre de 59 años, cuya identidad, Vassilis Samaras, fue revelada por el ministerio de Transporte, reconoció su responsabilidad en la colisión frontal.
La falta de experiencia del jefe de estación salió a la luz desde el día siguiente del accidente. Según la prensa griega, sólo había recibido una breve formación antes de encontrarse solo, en el puesto, en un fin de semana largo especialmente cargado.
"¡Asesinos!"
Según una fuente judicial, la investigación busca "llevar a cabo acciones judiciales, si son necesarias, contra miembros de la dirección de la empresa" ferroviaria griega Hellenic Train.
La compañía ferroviaria está en el centro de la ira de la población. En su sede en Atenas, pintaron en rojo la palabra "Asesinos".
La firma está acusada de numerosas negligencias que derivaron en la colisión, que las autoridades calificaron de "tragedia nacional".
La empresa se defendió el sábado por la noche y reivindicó haber "estado presente desde el primer momento en el lugar" y haber habilitado "un centro de llamadas (...) para aportar información".
Hellenic Train también indicó que sólo se encarga del transporte de pasajeros y mercancías, pero que la gestión de la red, su mantenimiento y su modernización son responsabilidad de la empresa ferroviaria pública griega OSE.
Los representantes sindicales de la compañía ya habían alertado de la situación hace tres semanas. "No vamos a esperar que pase un accidente para ver a los responsables llorar lágrimas de cocodrilo", dijeron entonces.