Ciudad de México. El presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado , Ricardo Monreal, envió una carta a los congresistas estadounidenses que en días pasados criticaron la reforma electoral, en la que les señala que no es un asunto concluido, “por lo que no cabe extender juicios definitivos, mucho menos condenatorios”.
En el documento dirigido a los presidentes de los comités de Relaciones Exteriores del Senado y de la Cámara de Representantes, Robert Menéndez y Michael McCaul, respectivamente, les señala de entrada que su opinión en torno al llamado Plan B en materia electoral “constituye una injerencia externa en los asuntos internos de una nación soberana e independiente, como lo es México”.
Sin embargo, agrega que en aras de preservar un clima de cordialidad entre los congreso de ambos países, acude a la diplomacia parlamentaria para explicar que el sistema electoral mexicano es “quizá el más grande y complejo del mundo, tanto por su base jurídica como por su estructura organizativa y costo anual que es sufragado íntegramente por los contribuyentes mexicanos”.
El coordinador de Morena en el Senado explica asimismo que hace años, especialistas y políticos de todas las tendencias ideológicas coinciden en la necesidad de simplificar el sistema electoral mexicano y reducir sus elevados costos, sin dañar sus bases que son la autonomía e independencia.
Monreal insiste en que es propósito “es compatible con la reducción de iuna pesada y costosa burocracia que no tiene justificación. Se tratar de gastar menos y hacer lo mejor”.
El pasado 24 de febrero, los congresistas sostuvieron que la reforma electoral pone en riesgo el futuro de las instituciones democráticas y ante ello, Monreal reconoce que el tema ha provocado una fuerte polémica en México, “pero es parte del vigor de nuestra democracia”.
Agrega que tampoco es correcto afirmar que todas las reformas electorales previas han sido aprobadas por consenso. “Eso es lo deseable, pero nuestra Constitución no lo exige”.
Les hace notar que está convencido de que a través del diálogo y con buena fe se podrá contribuir mejor a la relación entre México y Estados Unidos. Concluye la misiva con el apotegma de Benito Juárez: Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”.