Las 20 empresas de agronegocios más grandes del mundo hicieron una “especulación desenfrenada” desde 2020 que las llevó a obtener ganancias equivalentes a lo que se requiere para cubrir las necesidades básicas de los más vulnerables, según el informe Injusticia alimentaria de Greenpeace internacional.
Al menos 13 de esas grandes corporaciónes se encuentran en México y ello confirma que el control de la alimentación mexicana está en manos de pocas empresas, señaló. Entre ellas están Danone, Nestlé y Cargill, “la presencia de esas empresas confirma que el control de la alimentación mexicana se encuentra en manos de pocos dueños de marcas de muchos de los productos que se comercializan y se consumen en el país”.
El informe se hizo entre 2020 y 2022, período de la pandemia y de la invasión de Rusia a Ucrania a fin de definir cuántas personas se han visto afectadas por la inseguridad alimentaria y el aumento extremo en el precio de los alimentos.
Los hallazgos muestran cómo “las grandes corporaciones agrícolas explotaron estas crisis para obtener ganancias grotescas, hundiendo a millones más en el hambre y reforzando su control sobre el sistema alimentario mundial, sólo para pagar cantidades escandalosas de dinero a sus dueños y accionistas”.
Las 20 transnacionales son las más grandes en los sectores de granos, fertilizantes, carne y lácteos, y repartieron 53.5 mil millones de dólares a sus accionistas en 2020 y 2021, mientras que la ONU estima que 51.5 mil millones serían suficientes para proporcionar alimentos, vivienda y apoyo para salvar las vidas de las 230 millones de personas más vulnerables del mundo.
Agrega que las empresas con más cuota de mercado obtienen mayores beneficios, lo que les permite adquirir empresas más pequeñas y así refuerzan su control sobre el mercado.
De acuerdo con Davi Martins, campañista de Greenpeace International “lo que estamos presenciando es una enorme transferencia de riqueza a unas pocas familias ricas que básicamente son las propietarias del sistema alimentario de todo el mundo, en un momento en que la mayoría de la población mundial está luchando por llegar a fin de mes. Estas 20 compañías podrían, literalmente, salvar a las 230 millones de personas más vulnerables del mundo y les sobraría dinero de sus millonarias ganancias. Pagar más a los accionistas de unas pocas corporaciones de alimentos es simplemente escandaloso e inmoral”.
De acuerdo con la investigación de Greenpeace Internacional, México tuvo una variación de 6.5 por ciento en los precios locales de los alimentos en el periodo del 14 de febrero del 2020 al 09 de julio del 2020. De acuerdo al CONEVAL en las zonas rurales, el cambio porcentual anual de la línea de pobreza extrema, tomando en cuenta la capacidad de adquirir la canasta alimentaria, tuvo un incrementó del 14.7 por ciento en 2022, respecto a septiembre de 2021, mientras que en las zonas urbanas el aumento que se presentó fue de 14.4 por ciento en el mismo periodo.
“En México se debe garantizar el derecho a una alimentación nutritiva, suficiente y de calidad tal como lo dicta el Artículo 4º de la Constitución. Se debe realizar un cambio de raíz que transforme el sistema agroalimentario de uno industrializado hacia uno agroecológico que evite el uso de transgénicos y su paquete tecnológico. Para lograrlo, es necesario generar políticas públicas y asignación de presupuesto que apoyen la transición agroecológica en México, siempre, buscando garantizar la soberanía alimentaria.” Concluyó Viridiana Lázaro, campañista de Agricultura de Greenpeace México.