Ciudad de México. El magistrado presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Reyes Rodríguez Mondragón, llamó a sus colegas a impartir justicia con “imparcialidad” e independencia.
“La responsabilidad desde el Tribunal Electoral es contener, limitar y corregir los abusos, las malas prácticas, las ilegalidades”, les dijo.
No obstante reconoció que esta tarea no es sencilla porque exige tener “una amplitud de miras sin caer en presiones y con una indeclinable sensibilidad y responsabilidd social”.
Solo al juzgar con absoluta lealtad a la Constitución y resistiendo a los vaivenes de la política es que logramos dictar sentencias legítimas, capaces de mitigar conflictos políticos y electorales, señaló.
Durante el informe de la Sala Regional Ciudad de México de este Tribunal, Rodríguez Mondragón subrayó que la democracia mexicana es resultado de décadas de construcción institucional.
Mencionó que por décadas el TEPJF ha asegurado “un piso parejo” a los contendientes de todas las fuerzas políticas, pero también ha castigado las malas prácticas y ha sido el “pacificador” de las controversias político-electorales.
Entonces comentó que juzgar con independencia es una tarea guiada por el compromiso institucional y la autocontención.
“Solo al juzgar con absoluta lealtad a la Constitución, con argumentos jurídicos basados en las líneas jurisprudenciales y resistiendo a los vaivenes de la política es que logramos dictar sentencias legítimas, sentencias capaces de mitigar los conflictos políticos electorales”, dijo.
El magistrado señaló que tomando los valores democráticos es posible blindar la justicia electoral.
A la vez combatimos la manipulación, la coacción del voto y todo acto que vulnera la libertad de los ciudadanos.
“Protegemos los resultados electorales y contribuimos con legitimar los triunfos en las urnas”, añadió.
Dijo a los magistrados que la justicia electoral no solo castiga sino también tiene funciones preventivas, para desincentivar prácticas fraudolentas; además, tiene la responsabilidad de dar certeza a los contendientes y delinear cuáles son las conductas tolerables y las intolerables en el juego democrático.