Washington. Occidente reaccionó con escepticismo a la propuesta china el viernes de un alto el fuego en Ucrania, en el primer aniversario de la guerra y la OTAN dijo que Pekín no tenía mucha credibilidad como mediador.
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"Cualquier propuesta que pueda hacer avanzar la paz es algo que merece la pena mirar. La estamos estudiando", dijo el secretario de Estado estadunidense, Antony Blinken, al programa "Good Morning America" de la cadena estadounidense ABC
"Pero saben que hay 12 puntos en el plan chino. Si se tomaran en serio el primero, el de la soberanía, esta guerra podría acabar mañana mismo", afirmó.
"China ha estado intentando tenerlo todo: Por un lado, trata de presentarse públicamente como neutral y promotora de la paz, mientras que, al mismo tiempo, se hace eco de la falsa narrativa de Rusia sobre la guerra".
Blinken añadió que China había estado proporcionando ayuda no letal a Rusia a través de sus empresas, y reiteró la acusación de que Pekín estaba "considerando ahora ayuda letal".
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En declaraciones a la prensa en Estonia, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, señaló que Pekín había firmado un acuerdo con Rusia sólo unos días antes de su invasión de Ucrania hace un año.
"China no tiene mucha credibilidad porque no ha sido capaz de condenar la invasión ilegal de Ucrania", dijo.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo que China no había compartido un plan de paz, sino algunos principios.
"Estudiaremos los principios, por supuesto, pero los estudiaremos teniendo en cuenta que China ha tomado partido", agregó.
Un año después de que Rusia invadió Ucrania, el 24 de febrero de 2022, China pidió un alto el fuego general, una propuesta que Kiev rechazó a menos que implicara la retirada de las tropas rusas.
Pekín instó a una desescalada gradual, advirtió contra el uso de armas nucleares y dijo que el conflicto no beneficiaba a nadie.
Fue en gran medida una reiteración del discurso de Pekín durante la guerra, en la que se ha abstenido de condenar a Rusia o de referirse a la intervención de Moscú como una "invasión", al tiempo que criticaba las sanciones occidentales.
Rusia ha presentado la guerra en Ucrania como una "operación militar especial".