Berlín. Un hombre viaja en un coche viejo a través del desierto australiano, escucha una emisora radial religiosa, enciende un cigarrillo. El thriller "Limbo" relata la historia de un policía que debe investigar la desaparición de una indígena.
El investigador, adicto a las drogas, es interpretado por Simon Baker. Apenas se reconoce al actor que se hizo famoso por la serie "El mentalista" y la comedia "El diablo viste a la moda". En "Limbo", se lo ve con el cabello corto, barba y gafas.
La película en blanco y negro del director Ivan Sen es una de los 19 cintas en competencia en la Berlinale, el prestigioso Festival Internacional de Cine de la capital alemana. El jurado anunciará mañana sábado qué películas y trabajos serán galardonados por el jurado presidido por la actriz Kristen Stewart.
Varias películas en competencia este año cuestionan las imágenes de la masculinidad conocidas y giran en torno al tema de la masculinidad tóxica. En el thriller "Manodrome", por ejemplo, Jesse Eisenberg se une a un grupo de hombres que odian a las mujeres; el drama "Disco Boy" Franz Rogowski lucha con su servicio en la Legión Extranjera francesa y en "Limbo" Baker aconseja a los demás a no ser como él, en vista de su desastrosa vida. Las tres películas son de diversa calidad, pero sus respectivos actores protagónicos tienen posibilidades de ser distinguidos como mejores actores.
La española Patricia López Arnaiz, como madre de una niña transgénero en el film "20.000 especies de abejas", y la luxemburguesa Vicky Krieps, que interpreta a la poeta Ingeborg Bachmann en la biopic alemana "Ingeborg Bachmann - Reise in die Wüste", también tienen posibilidades de ganar un premio en la Berlinale. Este festival ya no diferencia más por género en los premios a los actores, sino que otorga un Oso de Plata a la mejor interpretación en papel protagónico y otro para el rol secundario.
También es posible que Sofía Otero, quien interpreta a la niña protagonista de "20 mil especies de abejas", pueda ser distinguida con un galardón. Pero esto sería algo inusual porque muy raramente se otorgan estos premios a niños.
Hubo a menudo varios debates después de las proyecciones en el festival ya que lo que a uno le gusta, a otro le parece terrible. Por eso, el jurado podría sorprender a muchos.
La película con posibilidades de llevarse el Oso de Oro es "20 mil especies de abejas", de la directora Estibaliz Urresola Solaguren, por su fino examen de la compleja cuestión de la identidad de género.
La saga australiana contra el racismo "The Survival of Kindness" y el drama "Disco Boy", del italiano Giacomo Abbruzzese, también podrían ser merecedoras del premio.
También es posible que la adaptación del mito de Edipo "Music", de Angela Schanelec, sea galardonada por su valentía para burlar todas las costumbres cinematográficas. Su film, con sus tomas estáticas, parece una gran pintura. El jurado podría inclinarse en el premio a la mejor dirección ante la gran dama del cine alemán, Margarethe von Trotta, y honrarla por su película "Ingeborg Bachmann - Reise in die Wüste". La crónica familiar china "The Shadowless Tower", del director Zhang Lu, suena como candidata al Gran Premio del Jurado.
Pero también el jurado podría inclinarse por la película "Le grand chariot", en la que el director francés Philippe Garrel celebra el arte de las marionetas de una manera muy personal.
La película puede ser interpretada como un interesante comentario sobre el cambio de roles generacionales y de género. La figura paterna dominante muere relativamente pronto y los hijos más grandes toman el relevo.