Ciudad de México. La operación de compraventa de Mexicana de Aviación por cerca de 817 millones de pesos, no se ha concretado, debido a los procesos legales que trabajadores iniciaron hace 12 años, señaló la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA).
En conferencia de prensa, Ada Salaza, dirigente de esta organización sindical, indicó que existe un plan de compraventa, pero no está en firme.
Mencionó que se tiene un proyecto encaminado a que se realice dicho proceso, pero existen juicios laborales que antes deben resolverse.
“No es tan fácil decir este juicio se baja y este otro no, este se quita y a este otro no se le da viabilidad y entonces yo compro todo y se lo dispersan a los trabajadores.
“Es un tema complejo y complicado: el caso de la aerolínea se está llenando cada vez más de procesos legales que, lejos de ayudar, empantanan las cosas. Desafortunadamente no fue tan fácil como el presidente lo creía, de ´yo la compro y todo se soluciona´, propio de todos los mecanismos legales que envuelven el caso Mexicana de Aviación" comentó la secretaria general de ASSA.
Apenas el mes pasado, ASPA y ASSA y el gobierno federal anunciaron la compra de Mexicana de Aviación, que incluye la marca, un centro de adiestramiento y dos edificios, por un monto de 816 millones 700 mil pesos.
Expuso que el caso de la extinta aerolínea tiene 300 tomos de demandas laborales e indicó que esta organización sindical tiene 120 demandas particulares.
Señaló que los sindicatos han avanzado en ponerse de acuerdo para que “en caso de que se efectúe la compraventa los recursos se dispersen de acuerdo a la ley”.
De igual forma mencionó que cada tres días sostienen mesas de trabajo entre los sindicatos de pilotos, sobrecargos y personal de tierra, con la Secretaría del Trabajo.
Salazar indicó que el proyecto administrativo sigue su caminar, pero va paralelo un tránsito legal, que es propio de las demandas que se efectuaron en caso de Mexicana de Aviación y Mexicana Click.
Añadió que cuando quebró Mexicana de Aviación hace 12 años, los trabajadores emprendieron demandas penales, laborales y mercantiles.
"Sí hay una hay una intención de compra por parte del gobierno, hay una oferta, pero como no está nada firme, si el Gobierno u el ofertante ven todos estos problemas y se empiezan a empantanar mucho más los problemas puede decir retiro mis cartas y retiro mi propuesta", dijo.