Saltillo, Coah. El empresario Lorenzo Mario González Villarreal, de 78 años de edad, quien fungió como secretario de Fomento Agropecuario de Coahuila durante el sexenio de Rogelio Montemayor Seguy (1993–1999), fue asesinado a tiros, mientras que su hijo Lorenzo González Rivera, de 53 años, resultó lesionado, como resultado de que fueron secuestrados luego de salir de su rancho ubicado en los límites que comparten San Luis Potosí y Nuevo León, y quedaron en medio de un enfrentamiento a balazos entre los sujetos que los plagiaron y un grupo de personas armadas que interceptó a los raptores.

La Fiscalía General del Estado (FGE) de San Luis Potosí dio a conocer que inició pesquisas sobre la agresión que padecieron González Villarreal y su vástago el martes por la tarde. Argumentó que aparentemente el ataque ocurrió en territorio de Nuevo León, pero las víctimas fueron abandonadas en el municipio potosino de Matehuala.

La FGE informó que según las primeras pesquisas, González Villarreal y González Rivera salieron de su rancho El Salado, y mientras avanzaban en un vehículos sobre la carretera Federal 57, un comando que se desplazaba en dos camionetas los interceptó.

Añadió que cuando los captores reanudaron su marcha por la carretera 57 con dirección a San Luis Potosí, llegaron otros automóviles con individuos armados, y los tripulantes de uno de ellos comenzaron a efectuarles disparos, todavía en territorio de Nuevo León.

Los secuestradores eludieron a los recién llegados, y en una brecha de la comunidad Guadalupe de los Faz, en el municipio de Matehuala, al norte de San Luis Potosí, bajaron a sus plagiados. Posteriormente, paramédicos de la Cruz Roja llegaron al sitio donde se abandonó a las víctimas, confirmaron que González Villarreal ya había perecido, y atendieron a su hijo.

González Villarreal era muy conocido en Coahuila como empresario y servidor público. Encabezó diversas empresas agrícolas y ganaderas, aunque su negocio más conocido era La Lechera, procesadora de lácteos que operó hasta la década del año 2000 en Saltillo, cuyas instalaciones son aún un punto de referencia para la población de la capital coahuilense.