Ciudad de México. A pesar de que la Fundación Clara Moreno y Miramón I.A.P lleva más de cien años ayudando a menores de edad, estuvo a punto de cerrar sus puertas por la falta de donativos y apoyos. En sus inicios, por el año de 1917 cuando se constituyó oficialmente, se encargaba de cuidar a niños y niñas huérfanas de la revolución. En la actualidad alberga solo a niñas y adolescentes de entre 4 y 18 años de edad a quienes se les brinda los cuidados pertinentes a través de sus programas que incluyen educación, vestido, alimentación y atención médica.
Las crisis han sido inevitables pero han logrado salir adelante a través de sus casi 105 años, donde la fundación ha probado todas las fórmulas para conseguir recursos por medio de instituciones gubernamentales y empresas privadas que realizan donativos pero también a través de conciertos, ventas de garaje y otras actividades como la de cuentacuentos con Selene de la Cruz.
En caso de que la Fundación concluyera su labor por la falta de apoyos, alrededor de 50 niñas y adolescentes se quedarían sin hogar, lo que provocaría un retroceso en su educación, desarrollo y logros personales, pero sobre todo volverían a las esferas de vulnerabilidad.
De acuerdo al censo publicado por el Inegi en 2020, alrededor de 24 mil 574 menores de edad viven en casas hogares en nuestro país, mientras que la Red por los Derechos de la Infancia (Redim) indica que en el mismo año, residían 53 mil 862 personas de 0 a 17 años en Alojamientos de Asistencia Social de México, ubicando a 17mil 343 de 0 a 9 años y a 36 mil 519 de 10 a 17 años.
“Hay muchas historias que nos han marcado durante todos estos años que llevamos trabajando en la Fundación, como la historia de una niña que era hija de una prostituta que dormía bajo el catre donde su madre trabajaba dentro de una combi en la zona de Garibaldi. La niña vivió mucho tiempo en la casa hogar pero su madre la quería tener cerca y se la llevó. Nos enteramos después de que resultó embarazada cuando cumplió 15 años y fue probablemente por violación. Desafortunadamente perdimos el contacto para poder ayudarla” dijo en entrevista Sergio Eguiarte, patrono presidente de la Fundación.
La Redim señala que tanto niños y niñas son considerados como una población vulnerable, pero las niñas y adolescentes lo son aún más por el hecho de ser mujeres debido a los entornos de violencia de género en el que se desarrollan y a la falta de acceso a sus derechos. En 2020, las niñas y mujeres adolescentes, entre 0 y 17 años de edad, alcanzaban los 18.9 millones de personas; pese a esto son víctimas de abandono, maltrato, violencia, acoso y discriminación.
La Fundación Clara Moreno y Miramón I.A.P recibe a niñas y adolescentes de familias disfuncionales o desintegradas a través del DIF. “Algunas de ellas solo están de lunes a viernes y sus padres se las llevan el fin de semana, pero también se les da comida, albergue, apoyo psicológico y pedagógico. Las niñas de casa, son las que se quedan de tiempo completo, de lunes a domingo, porque viven situaciones de peligro en sus hogares, principalmente sufren violaciones, por parte de familiares, como el padrastro, o el mejor amigo del papá o hasta del hermano o padre. Aquí realizamos un proceso legal para tener la custodia oficial tanto por parte del DIF como con las instancias legales correspondientes, para que las niñas puedan estar en la casa de manera permanente” señaló Eguiarte.
La Fundación Clara Moreno y Miramón trabaja además con la Fundación Dr. José María Álvarez de quienes han recibido diversos apoyos para poder continuar su labor. De esta manera, su principal objetivo reside en encausar a las niñas en su desarrollo personal, en sus estudios y cuando cumplen la mayoría de edad, se les sigue dando un seguimiento para que puedan estudiar una carrera universitaria.