Ciudad de México. La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) expresó su preocupación por el contenido y el proceso legislativo llevado a cabo en torno a la propuesta de reforma en materia electoral y por la polémica que esta iniciativa del denominado Plan B ha generado.
Ramón Castro, obispo de Cuernavaca y secretario general de la CEM expuso en un videomensaje difundido en sus redes sociales, que “los obispos de México expresamos nuestra preocupación por diversos señalamientos que se han hecho sobre irregularidades en el proceso legislativo, y sobre el contenido de modificación a diversas leyes electorales”.
Lo anterior debido a la “importancia que tienen las instituciones responsables de los procesos electorales como el INE (Instituto Nacional Electoral), y por derecho que asiste a los ciudadanos de garantizar la realización de elecciones libres y justas”.
La CEM hizo un llamado para que todas “las decisiones legislativas y judiciales que se acuerden respeten los principios constitucionales de certeza, legalidad independencia, imparcialidad y objetividad que rigen nuestro sistema electoral”.
No obstante, los prelados expresaron su “confianza en que los legisladores y las autoridades que participen en estas deliberaciones resolverán con estricto apego a la ley lo que sea mejor para la consolidación de nuestra democracia, el bienestar, la paz y la concordia que hoy tanto necesita nuestro país”.
Castro remarcó que “como iglesia en México hemos puesto de relieve en varias ocasiones a la democracia como un indiscutible signo de los tiempos, como uno de los caminos más adecuados para mejorar y fortalecer a las instituciones cívicas y políticas, que velan por la libertad, los derechos humanos y la justicia, y que promueven el bienestar y el desarrollo de la comunidad por su carácter participativo y representativo”.
Refirió que ante la controversia generada por la propuesta de reforma electoral que se discute en el Congreso de la Unión dentro del Plan B, esperan que todas las determinaciones que tomen los legisladores sean para bien del país y del sistema democrático.
Se espera que a mediados de la próxima semana se apruebe en el pleno del Senado el Plan B, y pase al Ejecutivo para publicación.
Estas modificaciones reducen la estructura del INE y le establece reglas claras para evitar la posibilidad de que pueda incurrir en excesos. Los partidos y sectores que se han opuesto a la reforma marcharán el próximo 26 de febrero.