Beirut. El ataque del viernes, atribuido al grupo Estado Islámico (EI), en el centro de Siria causó al menos 68 muertos, según un nuevo balance del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).
"En total, 61 civiles y siete militares murieron en ese ataque", realizado en el este de la provincia de Homs, una región desértica del centro del país, indicó a la AFP Rami Abdel Rahman, que dirige el OSDH, que tiene sede en el Reino Unido y una extensa red de informadores en Siria.
Las víctimas estaban recogiendo trufas, que en general se cosecha entre febrero y abril, como las del ataque perpetrado el 11 de febrero en la misma región y que se saldó con la muerte de 16 personas y unos sesenta secuestrados, según el OSDH.
Según la misma fuente, los atacantes llegaron en moto.
Los órganos de propaganda del grupo yihadista no han reivindicado el ataque, pero la televisión estatal siria había informado el viernes sobre "53 civiles asesinados por el EI al sureste de la ciudad de Sojné".
Se trataría del ataque más mortífero llevado a cabo por la organización yihadista desde hace más de un año, desde el ataque a una cárcel controlada por las fuerzas kurdas en el noroeste de Siria.
Ese asalto dejó 373 muertos, incluyendo 268 yihadistas, tras varios días de combates intensos, según el OSDH.
Siria es escenario desde 2011 de una guerra civil que empezó por la represión de manifestaciones prodemocracia, que dejó medio millón de muertos y obligó a millones de personas a abandonar sus hogares, además de dejar el país fragmentado.