Los Ángeles. Tras superar con grandes apuros el corte del Genesis Invitational, Tiger Woods resurgió el sábado con su mejor ronda desde el grave accidente automovilístico de 2021 mientras el español Jon Rahm se hizo con un cómodo liderato en solitario.
Woods, de 47 años, comenzó la jornada en el 60º puesto en el Riviera Country Club de Los Ángeles (California) y se catapultó hasta el 26º con una tercera tarjeta de 67 golpes, cuatro bajo par, y un acumulado de 210 (-3).
El Genesis Invitational es el primer torneo en el que participa Woods en los últimos siete meses y el cuarto en total desde la colisión sufrida en febrero de 2021, que le causó graves lesiones en la pierna derecha que le afectan al caminar.
"Es la mejor (ronda) que he jugado", reconoció Tiger. "Hice algunos buenos ajustes con mi putt, que fue lo que me frenó ayer".
"La parte del golf la puedo hacer, solo es cuestión de si puedo ir del punto A al punto B. Esa ha sido la parte difícil", dijo el astro sobre sus problemas de movilidad.
"No he tenido adrenalina en mi sistema por un tiempo, por lo que conseguir los números correctos ha tomado un poco de tiempo", señaló.
El estadounidense llegó a situarse en el 18º lugar antes de cometer su único bogey del día en el antepenúltimo hoyo de un torneo en el que Rahm asaltó el liderato con un acumulado de -15.
El español arrancará la última jornada con tres golpes de ventaja sobre sus perseguidores en busca de un triunfo que le podría devolver el número uno del circuito de la PGA.
- "Veremos cómo me recupero" -
Tiger Woods no tenía asegurado competir este fin de semana hasta la mañana del sábado, cuando se completó la segunda ronda que un puñado de golfistas no pudo finalizar el viernes.
Tiger había flaqueado con una tarjeta de 74 golpes (+3) en la segunda ronda y llegó a estar en riesgo de una eliminación prematura, una situación que solo vivió en 35 de los 371 torneos anteriores, en este evento que hospeda anualmente junto a su fundación benéfica.
Woods había asegurado esta semana que se sentía preparado para luchar por su 83º trofeo de PGA y el sábado regresó al campo listo para restaurar su orgullo.
En una mañana fresca y nublada, Tiger lanzó su primer zarpazo en el hoyo inicial, el décimo, donde estrenó su casillero de birdies con un putt de 4,6 metros que sirvió de aviso a su multitud de seguidores de que algo grande se avecinaba.
El californiano logró su segundo birdie en el hoyo 14 pero su mejor momento llegó en el 1º, cuando su golpe de aproximamiento rozó un épico 'albatross' (doble eagle).
Woods, que se apuntó el eagle, disfrutaba de la confianza y la puntería con el putt que le faltaron el viernes y todavía logró un tercer birdie antes de tropezar con su único bogey en el antepenúltimo hoyo del día.
Tras firmar los dos últimos en par, Woods se retiró del campo cojeando visiblemente y aclamado por su afición.
"Hay dolores e hinchazón", explicó. "Todavía tengo ese problema en el talón que no me dejó jugar en Bahamas" el pasado diciembre.
"He dejado de caminar y ahora me duele un poco", admitió.
Woods no ha jugado cuatro rondas de un torneo oficial desde el Masters de Augusta de abril de 2022, cuando reapareció tras el accidente.
Ese mismo año se retiró tras la tercera ronda del Campeonato de la PGA y se quedó fuera del corte en el Abierto Británico de julio.
Tras el Genesis Invitational, primer torneo fuera de los Grand Slams en el que compite desde finales de 2020, Woods aspira a disputar el resto de los 'Majors' del año, comenzando por el Masters de Augusta de abril.
"Después de este evento, reevaluaremos todo y veremos dónde estamos, veremos cómo me recupero de un torneo completo. Hace tiempo que no hago esto", recordó.
- Impecable Rahm -
En lo alto de la tabla se situó el español Jon Rahm en su camino hacia un tercer título en 2023 que, además de un cheque de 3,6 millones de dólares, podría brindarle de vuelta el número uno del circuito PGA.
El español, que ocupa actualmente la tercera posición del ranking, ha exhibido una enorme solidez desde el inicio del evento y este sábado se despegó de sus rivales en la cabeza con una espectacular ronda de 65 golpes (-6), en la que acumuló seis birdies sin cometer ningún bogey.
Rahm iniciará la jornada final con tres y cuatro golpes de distancia sobre los estadounidenses Max Homa y Keith Mitchell, respectivamente.
"Estoy muy orgulloso de lo que he hecho hoy. Una gran ronda en un campo difícil", se felicitó Rahm, quien también reconoció su motivación por triunfar en un campo donde Woods nunca pudo.
"El hecho de que Tiger sea el anfitrión, que esté aquí jugando, y la historia de este campo son dos razones por las que me encantaría poder ganar aquí", afirmó. "Sería unirse a una selecta lista de campeones en la que no están Tiger y Jack (Nicklaus), lo que probablemente no ocurre en ningún otro campo. Sería un honor".