El presidente Andrés Manuel López Obrador refrendó que no se puede permitir el uso de maíz transgénico para consumo humano, ya que además de cuidar las especies nativas originarias de México, no se puede avalar algún producto que pueda ser dañino para la población. “No hay ahora ningún interés particular, de grupo, económico, que pueda estar por encima del interés general, y en este caso de la salud del pueblo”, agregó.
Ofreció que los gobiernos de México y de Estados Unidos, por medio de sus secretarías de salud, realicen estudios suficientes para determinar las posibles consecuencias del uso de de este tipo de maíz genéticamente modificado, y el cual requiere para su timbra el uso de químicos con el glifosato.
Tras la reacción del gobierno estadunidense, por medio de su secretario de Agricultura, Tom Vilsack, quien dijo que el país vecino está “decepcionado” y se analizará con detalle el decreto emitido por el gobierno mexicano que prohíbe el uso de maíz transgénico para consumo humano, el presidente López Obrador subrayó que “no hay ruptura, es fijar nada más con claridad el que no se admite el transgénico para alimento humano”.
En su conferencia de prensa matutina, expuso que con el gobierno de Estados Unidos “estamos platicando con ellos en muy buenos términos, explicando por qué tomamos esta decisión que tiene que ver con la salud y ofreciéndoles que podamos hacer, las agencias de salud, un análisis sobre el maíz transgénico, sobre sus contenidos”.
Aunque en Estados Unidos “dicen que tiene expertos, y sí, tienen contratados hasta a premios Nobel", insistió que “sigue habiendo mucha información en contra de estas semillas, y sobre todo por la utilización de agroquímicos que afecta a la salud, entonces, lo que estamos planteando es que podamos estudiar conjuntamente si existen o no existen los daños”.
Tras apuntar que “por encima de lo mercantil, de lo lucrativo, de lo comercial, debe estar la salud y estamos avanzando con ese propósito, (y) hasta ahora han ido entendiendo que tenemos de actuar así”, ponderó que analizar las consecuencias del consumo de este tipo de maíz beneficia no sólo a los consumidores mexicanos, sino también a los del país vecino, ya que no se debe permitir en ninguna parte alimentos que dañen a la salud.
A la vez, el jefe del Ejecutivo federal explicó que “tenemos afortunadamente producción suficiente de maíz blanco, para el consumo humano, o sea, no necesitamos importar maíz blanco. Lo que se está buscando es que el maíz transgénico no se use, no se mezcle y se haga harina de maíz, y se esté investigando constantemente”.
Aunque este tipo de medidas no les gustan a algunos, añadió que también se requiere “proteger las variedades nativas del maíz. Si de México es originario el maíz, no es posible que tengamos 60 variedades de maíz nativo y se esté permitiendo el que se use el maíz transgénico para la alimentación humana. Eso fue lo que ya se legisló, no se va a poder usar maíz transgénico para la alimentación de los mexicanos”.
No obstante, aclaró que el decreto emitido sí permite el uso de este tipo de maíz para forraje “durante un tiempo”, en tanto se hacen los estudios sobre las consecuencias de este cultivo.