Antakya. Los equipos de rescate turcos encontraron con vida ayer a varias personas que habían permanecido por 200 horas atrapadas bajo los escombros de edificios derrumbados a causa de los terremotos en Turquía y Siria, cuyo saldo se acerca a 40 mil muertos.
El sismo de hace una semana fue el peor desastre natural
en 100 años en la región, con un balance de 39 mil 106 muertos, 35 mil 418 en Turquía y 3 mil 688 en Siria, afirmó la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cual alertó que probablemente aumentará.
Asimismo, la OMS señaló que cerca de 26 millones de personas en ambos países necesitan ayuda humanitaria.
Más de 7 millones de niños fueron afectados por el devastador terremoto que golpeó a Turquía y Siria, aseguró el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), que expresó su temor de que hayan muerto muchos miles
más.
El vicepresidente turco, Fuat Oktay, informó que las labores de rescate continuaban en las provincias de Hatay, Kahramanmaras –el epicentro– y Adiyaman. Los rescates parecían haber terminado en las otras siete provincias.
Las necesidades eran inmensas y la ayuda que llegaba no bastaba para cubrirlas. Buena parte del sistema de aguas de la región no funcionaba y los daños en el sistema planteaban riesgos de contaminación. El ministro turco de Salud, Fahrettin Koca, indicó que las muestras tomadas en decenas de puntos de la red indicaban que el agua no era potable.
Seher, una joven de 15 años, es rescatada y trasladada a una ambulancia 210 horas después del terremoto en la provincia de Hatay. Foto Afp
Más de 41 mil 500 edificios quedaron destruidos o tan dañados que tendrían que ser demolidos, indicó el ministro de Medio Ambiente y Urbanización, Murat Kurum.
Una mujer de 35 años fue rescatada en la provincia de Kahramanmaras, epicentro de los sismos, cerca de 205 horas después de quedar atrapada por el derrumbe de su vivienda, informó la agencia de noticias turca, Anatolia.
Dos mujeres de 40 y 26 años fueron igualmente rescatadas en la provincia de Hatay tras 203 y 201 horas atrapadas, respectivamente, en un momento en que disminuyen las esperanzas de seguir encontrando a supervivientes.
Los hermanos Muhammed y Abdulbaki Yeninar fueron hallados con vida entre los escombros de un edificio de ocho plantas en Kahramanmaras. Abdulbaki relató que ambos pudieron alimentarse de polvos de proteínas que usa su hermano como suplemento alimenticio cuando va al gimnasio, indicó el diario turco Daily Sabah.
El presidente Recep Tayyip Erdoğan enfrenta las consecuencias por haber pasado por alto, con su amnistía de 2018, violaciones de los códigos de construcción en millones de edificios en toda Turquía. En 18 meses, su gobierno aprobó 7.4 millones de solicitudes y concedió estatus legal a edificios transgresores a estas normas. Vía Graphic News
Por su parte, el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, pidió casi 400 millones de dólares para ayudar a los 5 millones de sobrevivientes en el noroeste de Siria, región que por estar en poder de rebeldes ha recibido muy poca ayuda.
Las divisiones en el país están profundamente exacerbadas por 12 años de guerra civil. Pero por primera vez desde 2020 un convoy de ayuda de la ONU entró ayer en las zonas rebeldes del norte de Siria a través del paso fronterizo de Bab al Salama con Turquía, indicó un periodista de la agencia Afp.
En tanto, hombres armados asaltaron un hospital sirio donde recibe atención Aya, la niña que fue hallada bajo los escombros unida aún a su madre por el cordón umbilical, indicó un directivo de la clínica.