Ciudad de Panamá. Al menos 39 personas murieron este miércoles cuando un autobús que trasladaba migrantes que habían cruzado la inhóspita selva del Darién, fronteriza con Colombia, chocó con otro vehículo en una carretera de Panamá.
"La información preliminar (...) indica que 39 personas, lamentablemente, han perdido la vida. Los heridos están siendo atendidos en los distintos hospitales y centros de salud", señaló el Servicio Nacional de Migración en un comunicado.
El autobús trasladaba migrantes desde el Darién, la zona selvática que limita con Colombia, hacia un albergue en la localidad de Gualaca, unos 400 km al oeste de Ciudad de Panamá, en la frontera con Costa Rica.
En el autobús accidentado iban "66 pasajeros a bordo", según la nota de Migración.
"Esta noticia es lamentable para Panamá y para la región. El Gobierno Nacional extiende sus condolencias a los familiares de los fallecidos en este accidente, y reitera su compromiso con seguir brindando ayuda humanitaria y condiciones dignas para enfrentar la migración irregular", tuiteó el presidente panameño, Laurentino Cortizo.
"Los equipos de gobierno trabajan arduamente en el lugar, brindando asistencia médica a los sobrevivientes de esta tragedia", agregó.
El ministerio de Salud informó en un comunicado que producto del accidente se han atendido "más de cinco niños" cuya condición es "delicada y de consideración".
Hasta el momento se desconocen las causas exactas del accidente y las nacionalidades de los ocupantes del bus, provisto por el gobierno panameño para el traslado de migrantes de una frontera a otra de su territorio, aunque los pasajeros deben pagar por hacer el trayecto.
"Estamos investigando en este momento", dijo a la AFP por teléfono la directora de Migración, Samira Gozaine.
Varios heridos fueron trasladados en ambulancias al hospital de la ciudad de David, cabecera de la provincia de Chiriquí, según las autoridades.
El conductor del bus por error no se detuvo en el albergue donde debían descansar los viajeros antes de continuar hacia la frontera costarricense. Tras percatarse de ello y dar la vuelta para dirigirse a ese lugar, el bus chocó con un minibús, según medios locales.
Récord de migrantes
La selva del Darién se ha convertido en un corredor para la migración irregular que, procedente de Sudamérica, trata de llegar a Estados Unidos a través de América Central.
Esta frontera selvática de 266 km de largo y 575.000 hectáreas de superficie es una ruta plagada de peligros, como animales salvajes, ríos caudalosos y grupos criminales.
Pese a ello, y según datos del gobierno panameño, en 2022 ingresaron a Panamá por el Darién 248.000 personas, una cifra que pulverizó los registros del año anterior, cuando 133.000 migrantes realizaron la travesía.
En su mayoría son venezolanos, aunque también hay ecuatorianos, haitianos y cubanos, además de africanos y asiáticos.
Según el director general del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Panamá, dependiente de la Fiscalía, José Vicente Pachar, al menos 60 migrantes murieron en 2022 cruzando el Darién, una cifra que supera el medio centenar de fallecidos de 2021.
"Es parte del riesgo"
Debido a la cantidad de migrantes que cruzan la jungla, el gobierno panameño, en conjunto con distintas agencias de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales, ha levantado varios albergues en el Darién.
En esos centros reciben ayuda humanitaria, alimentación y distintos servicios médicos y sociales, para posteriormente ser trasladados por la noche hacia el albergue de Gualaca, en la frontera con Costa Rica.
Cada día cientos de migrantes son trasladados en autobuses, facilitados por el gobierno panameño, desde la frontera con Colombia a la frontera con Costa Rica, en una ruta de 700 kilómetros cuyo trayecto puede llevar 10 horas.
"Es lamentable este accidente de tránsito, son personas que están buscando mejores condiciones de vida [...], pero es parte del riesgo" de hacer esta travesía, dijo Gozaine a Telemetro.
Agregó que los buses con migrantes hacia el paso fronterizo de Paso Canoas "usan las horas de la noche para viajar, porque hay menos tráfico", por lo que el viaje suele ser más seguro, más rápido y "más fresco".