Milán. Un tribunal italiano absolvió el miércoles al ex primer ministro Silvio Berlusconi de las acusaciones de soborno de testigos para que mintieran sobre sus controvertidas fiestas "bunga bunga".
"Solo puedo estar enormemente complacido", dijo a la prensa tras el veredicto Federico Cecconi, el abogado del multimillonario magnate de los medios de comunicación y senador de 86 años.
Cecconi destacó que este veredicto de un tribunal de Milán es la tercera absolución en este caso para Berlusconi.
"Tres sobre tres, ya basta", dijo, y expresó que desea que la fiscalía no apele.
Berlusconi, que no compareció el miércoles, ya fue absuelto de las acusaciones de manipulación de testigos en dos capítulos del proceso en 2021 en Siena y en 2022 en Roma.
La fiscalía de Milán había acusado al político italiano de que los pagos hechos a varias mujeres jóvenes y músicos presentes en sus fiestas fueron efectuados para comprar su silencio.
Berlusconi - cuyo partido Forza Italia es un socio de la coalición gobernante de la primera ministra Giorgia Meloni - ha enfrentado innumerables juicios en las últimas décadas y ha ganado casi todos.
El anciano magnate, que se está alejando lentamente de la política activa, sigue irrumpiendo de tanto en tanto en la actualidad. El pasado domingo criticó al presidente de Ucrania Volodimir Zelenski y defendió a Vladimir Putin, desatando la ira de sus aliados del gobierno de derecha.
El "sultán" y sus "esclavas sexuales"
El primer proceso Ruby, conocido como "Rubygate", en referencia a la joven marroquí Karima El-Mahroug, que entonces era menor de edad y que era una de las invitadas especiales a sus fiestas, le valió a Berlusconi una condena a siete años en junio de 2013 por prostitución de menor y abuso de poder en primera instancia.
Pero, el magnate de la comunicación fue absuelto definitivamente en marzo de 2015 por la Corte de Casación.
En el caso conocido como Ruby-bis fueron juzgados varios amigos y colaboradores cercanos a Berlusconi, tras ser acusados de haberle proporcionado jóvenes prostitutas para sus veladas.
Entre ellos había un conocido presentador de la televisión condenado a 4 años y 7 meses de prisión.
El proceso versó sobre los pagos efectuados por Berlusconi a las mujeres y los músicos que participaron en sus fiestas.
Para la fiscalía, el silencio de esas jóvenes le costó al magnate unos diez millones de euros (casi lo mismo en dólares) entre 2011 y 2015, incluido los siete millones para Ruby.
Se trató de pagos en efectivo, regalos, coches, arriendos, facturas y gastos médicos.
La defensa de Berlusconi afirma que el dinero era una compensación por los daños a la reputación de las personas implicadas en el caso e insistió en que fue juzgado por su "generosidad".
Durante su requisitoria, la fiscal Tiziana Siciliano describió a Berlusconi como una suerte de "sultán" que solía "animar sus veladas con un grupo de odaliscas, esclavas sexuales a sueldo, contratadas para entretener".