Morelia, Mich. Diego Urik Mañón Melgoza fue sentenciado a 50 años de prisión, por el delito de feminicidio de Jessica González Villaseñor. Además, deberá pagar un millón 246 mil pesos como indemnización y reparación del daño.
El brutal asesinato por parte de quien fuera novio de la joven educadora, ocurrió en septiembre de 2020 y el proceso penal duró más de dos años cuatro meses.
Aunque nadie lo esperaba, Diego Urik estuvo presente durante la sentencia, en las dos sesiones anteriores, a pesar de que ya un juez lo había declarado responsable de feminicidio, pidió no estar presente y ver la audiencia a través de circuito cerrado.
“Verlo a los ojos fue lo mínimo que porque fue una manera de hace justicia”, señaló Verónica Villaseñor, madre de la víctima, que, durante todo el proceso penal, acompañada de familiares y activistas defensores de derechos humanos logró hacer presión mediática ante los jueces, luego que Mañón Melgoza forma parte de una familia adinerada e influyente.
Diego vivía en un fraccionamiento al sur de Morelia. El día del homicidio después de estar con ella cerca de su domicilio, por causas no conocidas la asesinó a golpes, luego desnudó los restos de la joven y la abandonó en la zona forestal de esa zona. Había involucrado a dos de sus amigos, pero finalmente desistieron y declararon todo lo que había observado después del homicidio y de que trató de ocultar prueba.
Después de haber ultimado a Jessica, Diego huyó a Jalisco donde fue detenido días después. Los familiares siempre se quejaron de que los jueces estaban alargando el juicio para favorecer al responsable de feminicidio, pero finalmente fue sentenciado a 50 años.