Ciudad de México. Siete actores y actrices en competencia, en la que se ponen en juego su dignidad y reputación, su trabajo y el dinero para poder sobrevivir (los cuales nunca son suficientes), así como las exigencias de mantener activas sus redes sociales, entretejen una metáfora de un juego perverso, divertido, cruel y crítico
en la puesta en escena de la obra El lugar de la sombra y la brisa, cuyo estreno será mañana en el Foro de las Artes del Cenart.
Con dramaturgia y dirección de David Gaitán, el montaje asemeja un juego de mesa que, determinado por el azar, genera una función diferente cada vez, explicó el autor.
La idea es proponer una radiografía lúdica de los obstáculos, anhelos y motivaciones de vida y trayectoria profesional de los actores y actrices
, añadió Gaitán.
Para el actor Fernando Bonilla, un aspecto determinante, además del azar, es la interacción con el público, ya que éste participará calificando las acciones escénicas de los competidores/actores, que se dividen en acciones dignas e indignas, con el propósito de avanzar o retroceder en las casillas del juego, lo que multiplica las variables en cada función.
La propuesta escénica es un modelo para amar
, añadió Gaitán, en el que se contrastan diversos puntos de vista o temáticas. El denominador común es que se ponen en juego las motivaciones y obstáculos a los que se enfrentan actores y actrices durante su carrera, desde sus problemas económicos hasta lo que tiene que ver con lo estético, creativo e ideológico, incluso el impacto que tienen las redes sociales en su personalidad y carrera profesional
.
La combinación de todo esto se va modificando en cada función, dependiendo del azar y las acciones dignas o indignas que le toquen a cada competidor/actor/actriz.
De acuerdo con Fernando Bonilla, también se pone en juego la subjetividad de los criterios respecto a lo que es digno o indigno según el enfoque; por ejemplo, hacer propaganda o un comercial para el Partido Verde podría parecer una acción indigna, pero si es la única manera de llevar comida a la mesa, el criterio puede cambiar
.
es una alegoría de las contradicciones del mundo de la actuación, enmarcado en un sistema capitalista en el que se hace presente la necesidad de escalar económicamente para tener que pagar cotidianos bienes y servicios, además de valores derivados como tener cierta cantidad de seguidores en las redes sociales para poder audicionar para un proyecto y, al mismo tiempo, tener que satisfacer tu propia creatividad.
Con base en una serie de reglas que no decidieron, los participantes en este perverso y cruel juego
están obligados a competir entre sí, pendientes de mantenerse arriba en el marcador y hacer lo necesario para ser los primeros en llegar a la meta.
El objetivo es llegar cuanto antes a El lugar de la sombra y la brisa. Sin embargo, los obstáculos son demasiados: el azar (que condiciona la dignidad), la respetabilidad (que la decide el público) y el poder adquisitivo (que nunca es suficiente).
Con escenografía, vestuario y utilería de Mario Marín del Río, iluminación de Ingrid SAC, música original de Andrés Mota, movimiento escénico de Mauricio Rico, las actuaciones de Argeniz Aldrete, Mariana Arenal, Fernando Bonilla, Erik Gutiérrez Otto, Michelle Menéndez, Phany Molina, Nacho Reyes y Ximena Torres, El lugar de la sombra y la brisa se estrena mañana a las 20 horas, con funciones jueves y viernes a las 20 horas, sábados a las 19 y domingos a las 18 horas, en el Foro de las Artes del Cenart (Río Churubusco y calzada de Tlalpan, colonia Country Club).