Ciudad de México. Lo que la mayoría celebra el 14 de febrero e inspira canciones, películas y poemas es el enamoramiento, no el amor, asegura el doctor Armando Ferreira Nuño, académico del departamento de biología de la reproducción de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Iztapalapa.
El experto en temas de atracción, sexo y fidelidad del área de neurociencias precisa a La Jornada que el enamoramiento es instintivo
y está motivado por diversas hormonas. La oxitocina y la vasopresina tienen un papel fundamental y su efervescencia en el organismo dura a lo más tres años.
Esa ebullición química inactiva el área prefrontal del cerebro, que se relaciona con los juicios de valor, y eso provoca que al sentir enamoramiento no veamos objetivamente
a aquel o aquella que detonó esa tormenta hormonal: De ahí viene el dicho de que el amor es ciego
.
Explica que estudios de resonancia magnética realizados a personas jóvenes enamoradas han corroborado lo anterior. Por la pantalla del resonador pasan fotos de diferentes personas de la edad, sexo y características similares a su pareja e intercalan la imagen de quien las tiene en ese estado. Se observan las áreas del cerebro que se encienden y las que se apagan, y cuando ven al ser del que están enamorados(as), se inactiva el área prefrontal
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Color de rosa
Esa es la razón por la que pese a que conocidos, amigos y familiares nos digan que esa persona no es la indicada, nos aferramos, porque la seguimos viendo con el velo de las hormonas. Si es codo o coda, decimos que es ahorrativo o ahorrativa, y si es alcohólico o alcohólica, que es fiestero o fiestera. No vemos los defectos o los vemos color de rosa
, pero eso acaba cuando baja el nivel de las hormonas.
La prueba de fuego es cuando acaba el enamoramiento. Ahí, o continúa y evoluciona a amor o se acaba. Me han preguntado que si con las hormonas se podría hacer que el enamoramiento perdurara, y pudiera ser, pero sería una relación falsa: uno estaría viviendo en el engaño
.
Subraya que el amor está fundado en ideas
, no como el enamoramiento, en el que predominan el instinto y el placer que genera la otra persona, que incluso sólo mirarla provoca goce.
El cerebro nos engaña aproximadamente tres años para que podamos ser más tolerantes con la pareja, y esa tolerancia ayuda a proteger a las crías (hijos). Somos una de las especies con la reproducción más alta, eso quiere decir que este mecanismo biológico-instintivo de atracción es exitoso, lo cual no quiere decir que haya sido efectivo para realmente encontrar la pareja que va reunir las características específicas para permanecer con ella toda la vida
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