El sobrino del poeta Pablo Neruda (1904-1973) adelantó este lunes que el Nobel chileno fue envenenado, según se desprende del informe preliminar de expertos internacionales que será dado a conocer mañana.
“La bacteria Clostridium botulinum encontrada en su cuerpo no tendría por qué haber estado en la osamenta de Neruda; esto quiere decir que fue asesinado, que hubo intervención de agentes del Estado”, aseguró Rodolfo Reyes, según publicó el suplemento cultural Culto, del diario La Tercera de Chile.
En 2017, en una de las tantas veces que desenterraron el cuerpo del autor para hacer peritajes, se halló dicha bacteria en una de sus muelas, lo que habría dado pie a este último informe para corroborar la tesis del envenenamiento.
Hasta el momento, Rodolfo Reyes ofreció algunos detalles sobre los resultados de las pericias realizadas por un panel de expertos internacionales, conclusiones que se esperan desde hace décadas y cuyo anuncio fue pospuesto dos veces en lo que va de este mes.
Apenas hace 10 días, el director de comunicaciones del Poder Judicial, Héctor Cruzatt, explicó a la prensa que el encargado de entregar vía Internet el informe con la conclusión de un grupo de peritos, el doctor Romilio Espejo, no pudo conectarse porque están en una zona del sur chileno afectada por incendios forestales que interrumpieron las comunicaciones.
El veredicto sobre qué mató a Neruda se conocerá a casi 50 años de su deceso y a 12 desde el inicio de una investigación judicial abierta para corroborar si murió por complicaciones de un cáncer de próstata o porque fue envenenado, como sostuvo por casi medio siglo su chofer, Manuel Araya.
Este empleado declaró a la agencia informativa Ap que confía en que el dictamen respaldará su afirmación de que el Nobel de Literatura 1971 falleció luego de que en la clínica en que estaba internado le pusieron una inyección en la guata (estómago)
que lo llevó a su muerte.
También precisó Araya que el Partido Comunista rechazó por años su versión, la que sólo acogió luego de que una entrevista suya a un periódico mexicano causara gran revuelo.
Cáncer, la versión oficial
Neruda, quien militó toda su vida en esa organización política, murió 12 días después del golpe militar del 11 de septiembre de 1973 que derrocó a su amigo, el presidente Salvador Allende. Falleció pocas horas antes de abordar un avión que lo llevaría a un exilio en México.
El cuerpo de Neruda, cuyo verdadero nombre era Neftalí Reyes, fue exhumado en abril de 2013 por orden del juez Mario Carroza, experto en causas de derechos humanos, quien decidió indagar las afirmaciones del chofer.
Siete meses después, los mismos expertos de Canadá, Chile y Dinamarca –que próximamente revelarán las causas del deceso– señalaron que no había agentes químicos relevantes
que pudieran relacionarse con su fallecimiento.
Sin embargo, en esa época el instituto forense chileno carecía de la última tecnología para detectar un envenenamiento que pudo haber ocurrido 40 años antes.
El director forense Patricio Bustos indicó a la Ap que sí se hallaron lesiones metastásicas
producidas por cáncer.
Reunidos nuevamente en octubre de 2017, en forma presencial y remota, los peritos extranjeros informaron del hallazgo en un molar de Neruda de un fragmento de una toxina botulínica que puede llegar a afectar el sistema nervioso y derivar en la muerte. Añadieron que se realizarían estudios genéticos para confirmar o excluir la acción de terceros en la muerte del poeta
.
También descartaron como causas del fallecimiento cáncer y una caquexia (desnutrición severa).
Al momento del golpe militar, el ex embajador de México en Chile, Gonzalo Martínez Corbalá declaró en dos ocasiones que vio a Neruda un día antes de su muerte y que su peso corporal rondaba 100 kilos. Martínez habló telefónicamente con Ap en 2017, pocos días antes de su muerte.
Durante la dictadura de Pinochet más de 28 mil personas fueron torturadas, 3 mil 227 asesinadas y unas 200 mil obligadas al exilio, según cifras oficiales.
Con información de Sputnik y Ap