Madrid. Madrid se convirtió ayer en el epicentro de la protesta ciudadana en favor de la sanidad pública y contra la privatización paulatina y el deterioro de un servicio social esencial. Más de 250 mil personas, según la policía, y más de un millón, según los sindicatos que convocaron la movilización, se congregaron en esta capital para lanzar un mensaje de defensa de ese bien común y para exigir más medios para fortalecer la atención primaria al paciente y no dejar que siga en curso su deterioro.
Asistieron familias de todo tipo, gente de avanza edad, niños, muchos de ellos con sus padres, y miles de personas que pertenecen al amplio sector de la sanidad pública madrileña, una de las mejores del país y, sin embargo, una de las más amenazadas por las políticas de privatización encubierta de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, del Partido Popular (PP).
El origen de la protesta es la crisis estructural que sufren los servicios de atención primaria en la ciudad, que están colapsadas y con tiempos de espera muy superiores a los idóneos desde hace tiempo y que se han agravado a raíz del colapso del sistema por la pandemia del covid-19.
A raíz de la convocatoria para los comicios municipales y autonómicos del próximo mayo, las movilizaciones sindicales y de los partidos políticos de izquierda para defender el sistema sanitario madrileño se han intensificado y se ha convertido en el principal estandarte de sus candidatos, que se han comprometido a fortalecer los recursos para la sanidad y a trabajar con el fin de reducir las listas de espera y sobre todo dotar de más personal y financiamiento a los centros de atención primaria, que son finalmente los que tienen el primer contacto con los pacientes antes de ser destinados a los grandes o medianos hospitales. De ahí que el mensaje de la pancarta que encabezaba la protesta era: Madrid se levanta y exige sanidad pública
.
La guerra de cifras
Según la delegación del gobierno en Madrid, que depende a su vez de la administración central, presidida por el socialista Pedro Sánchez, la manifestación fue de alrededor de 250 mil personas, que se congregaron en el centro de la ciudad, sobre todo en las inmediaciones de la Estación de Atocha, la Puerta del Sol y el Paseo de la Castellana y así hasta llegar a la Plaza de Colón. Había cuatro columnas desde las que fueron llegando miles y miles de ciudadanos indignados.
Los sindicatos médicos asegurararon que hubo más de un millón de personas
.
En los últimos meses se ha evidenciado una crisis profunda en el servicio de atención primaria en todo el país, sobre todo en las regiones con más densidad poblacional, como Madrid, Cataluña, Andalucía y Valencia. Pero en Madrid es donde más se ha recrudecido el conflicto, en parte por la ausencia de diálogo del gobierno de Díaz Ayuso y también por las exigencias de los sindicatos y los representantes de los médicos y enfermeros.
También Pedro Sánchez apoyó la protesta y reivindicó una sanidad pública digna, de calidad y universal
frente al modelo del Partido Popular, el cual se resume: que se cure quien pueda
.
La fractura social y política en cuanto a la salud pública madrileña se agudiza y se convertirá, sin duda, en uno de los principales mensajes frente a los comicios de mayo, en los que todas las encuestas auguran de nuevo una victoria contundente del bloque de la derecha.