La Habana. La edición XXXI de la Feria Internacional del Libro (FIL Cuba 2023), dedicada a Colombia, rindió homenaje en La Habana al Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, novelista colombiano con una larga y estrecha relación con la isla caribeña.
Varios intelectuales colombianos, entre ellos la ministra de Cultura, Patricia Ariza, se unieron a escritores cubanos para recordar en un conversatorio la presencia de "Gabo en Cuba", adonde el ganador del Nobel en 1982 llegó por primera vez a inicios de la década de los 60 del pasado siglo.
"Colombia no ha sido lo suficientemente generosa con él, ni en su vida, ni en la muerte", afirmó Ariza, quien dijo soñar con que "Cien años de soledad", la obra cumbre de García Márquez, "se escriba en todas las paredes" de Colombia.
También el cofundador de la Fundación Gabo, antes conocida como Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, Jaime Abello, destacó la relación del novelista con Fidel Castro, "un lector formidable que se convirtió en un entrañable amigo".
"La Habana fue su segunda casa", dijo Abello, quien recordó la habitual presencia del colombiano en la isla, donde podía ser visto en los más inesperados lugares, solo o en compañía de Castro.
En la isla, García Márquez fundó la Escuela Internacional de Cine y Televisión, la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano y el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.
Al final del coloquio se presentaron los libros "Los amores contrariados. García Márquez y el cine", de la costarricense María Lourdes Cortés, y "El cine según García Márquez", del crítico de cine cubano Joel del Río.
La feria, que es el mayor evento editorial de la isla, es además una verdadera fiesta para los cubanos que durante diez días asisten de manera masiva a la sede en el recinto ferial de San Carlos de La Cabaña, una fortaleza erigida por la metrópoli española en el Siglo XVIII sobre la orilla este de la bahía habanera.
"Regocija ver que la feria sigue convocando a tanto público, a miles y miles de cubanos, familias completas, que vienen a comprar libros y también a pasear por este hermosísimo espacio de La Habana", dijo a Xinhua el ministro de Cultura de Cuba, Alpidio Alonso.
El ministro señaló que la cita continúa siendo un espacio de convocatoria "al que siguen viniendo importantísimos intelectuales de nuestro continente y de otras partes del mundo".
"Es una feria que constituye un espacio de encuentro con la cultura latinoamericana, con la cultura de nuestros pueblos, y particularmente con la literatura", subrayó Alonso.
La masividad con que acuden los cubanos a la feria le concede a la cita un carácter verdaderamente popular que algunos han llegado a calificar como "una romería cultural".
Por eso resulta habitual hallar a familias enteras de visita en el recinto ferial, como es el caso de Orlando Rojas, quien acompañado de su esposa y dos hijos pequeños, cargaba una bolsa repleta de libros.
"Esta es una buena oportunidad para que los niños abandonen un poco la Internet y las nuevas tecnologías y comprendan que hay otros medios para relacionarse con los demás e incluso aprender", afirmó Rojas.
En la cita se comercializan más de 4.200 títulos, alrededor de 4.200.000 ejemplares y como novedad unos 1.300 libros digitales, de acuerdo con los organizadores.
También concurren más de 300 invitados de 52 países, cifra que supera el récord de 48 naciones alcanzado en la edición de 2019.
FIL Cuba 2023, que se inició el jueves último y cerrará el domingo 19 en La Habana, concluirá el 19 de marzo en la ciudad de Guantánamo, en el extremo oriental de la isla, después de recorrer las 15 provincias y el Municipio Especial de la Isla de la Juventud.
