Ciudad de México. En plena crisis por sequía y por bajos niveles en las presas en el Sistema Cutzamala, el Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México (OCAVM), a cargo de su operación, se encuentra acéfalo desde el 15 de noviembre, cuando salió Víctor Bourguett, quien antes fue funcionario en distintas áreas de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) desde el sexenio de Felipe Calderón.
Su salida ocurrió prácticamente al mismo tiempo que se dañó uno de los transformadores de la Planta de Bombeo 5 del Sistema Cutzamala, lo que llevó a una disminución de dos metros cúbicos por segundo del caudal enviado a la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), al pasar de 13.2 a 11.2 metros cúbicos por segundo, e inicialmente el OCAVM anunció que las reparaciones tardarían un mes.
Después, con la intervención de la Comisión Federal de Electricidad, en menos de cuatro días se reparó el problema y se restableció la entrega del caudal de 13.2 metros cúbicos por segundo al Valle de México.
El sistema Cutzamala, desde 2019 arrastra almacenamientos por debajo del promedio histórico, y actualmente sus tres presas, Valle de Bravo, Villa Victoria y El Bosque, presentan un déficit de 23.4 por ciento respecto a la media histórica. En cuanto a los años con más llenado, el sistema se encuentra en el lugar 27.
Bourguett fue funcionario del IMTA en el sexenio de Felipe Calderón, con Enrique Peña Nieto pasó a ser su director, cargo que dejó para ser gerente de proyectos de Conagua en la subdirección de Infraestructura Hidroagrícola. En 2019 fue gerente del consultivo técnico de la subdirección general técnica en la comisión y en 2020 pasó a ser el titular del OCAVM.
Su salida del organismo, también fue después de la divulgación en octubre pasado de la segunda entrega del análisis de la cuenta pública 2021 de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), en la que se encontró que en el proyecto ecológico Lago de Texcoco en el estado de México, hubo 19.6 millones de pesos pendientes de aclarar. Entre los presuntos daños al erario, la ASF reportó 16.5 millones de pesos por el pago en exceso realizado en la construcción de terracerías, senderos y vialidades, debido a falta de supervisión en los trabajos.
Otro probable daño al erario reportado por la auditoría fue por 2.9 millones de pesos, por un pago improcedente realizado para el transporte de tezontle de un banco de este material. La ASF emitió una promoción de responsabilidad administrativa sancionatoria a fin de que el Órgano Interno de Control de la Conagua realizara las investigaciones pertinentes e inicie el procedimiento administrativo hacia servidores públicos que autorizaron un gasto de 9.2 millones pesos sin contar con la formalización de un convenio modificatorio.