Ciudad de México. El plasma, uno de los componentes de la sangre humana, es utilizado para un gran número de tratamientos y es esencial para la vida de personas con diversos tipos de inmunodeficiencias y que padecen otras enfermedades graves.
Debido a una “pobre cultura de la donación”, entre otros factores, en México el “plasma recuperado”, que se obtiene vía donaciones, cubre solamente 5 por ciento de la demanda nacional.
“Los países que no son productores corren un alto riesgo de sufrir desabastecimiento durante una crisis mundial de escasez, lo que pondría en riesgo millones de vidas”, dijo el doctor Francisco Espinosa, de la Fundación Mexicana para Niñas y Niños con Inmunodeficiencias Primarias.
Frente a ese panorama, expertos médicos y asociaciones de pacientes y familiares anunciaron la creación de un grupo que plantea impulsar una discusión pública que busca modificar la legislación vigente y permitir la “donación compensada”, es decir, que el plasma no sólo se obtenga de las donaciones altruistas o bien de la necesidad de donar cuando se tiene un pariente o amigo hospitalizado.
En una rueda de prensa para presentar la iniciativa, que va dirigida a convencer a los legisladores y las autoridades de salud de la necesidad de modificar las reglas, participó también Claudia Moreno, del Comité de Familias de la citada fundación.
Moreno explicó que hace 15 años fue diagnosticada con “inmunodeficiencia primaria común variable”, un mal de origen genético. “Mi organismo dejó de producir anticuerpos para defenderse”.
El diagnóstico acertado, en su caso, demoró una docena de años, por lo que resultó con afectaciones permanentes sobre todo pulmonares.
Actualmente, ella recibe un tratamiento semanal y requiere 208 frascos del mismo cada año, lo cual equivales a contar con 130 donadores. “No está fácil”.
Moreno dijo que los donadores deben invertir tiempo (traslados, pérdida de horas laborales), y que “no hay ningún incentivo para donar”.
Mayela García, directiva de la fundación mencionada, precisó que se trata de buscar un diálogo “respetuoso” con el secretario de Salud, Jorge Alcocer, y con el subsecretario Hugo López-Gatell, así como con legisladores. Se trata, aseguró, “de abrir la conversación para revisar la legislación”.
Los conferencistas aseguraron que se buscaría un “modelo híbrido” -donaciones altruistas y “donaciones” pagadas-, con respeto a los derechos humanos y con conocimiento pleno e informado.
La iniciativa lleva por nombre Plasma que salva.
El médico Espinosa explicó que “cada una de las proteínas del plasma puede ser purificada para administrarla a pacientes que requieren Terapias derivadas del plasma (TDP)”.
Entre las enfermedades en las que se utilizan TDP se encuentran hemofilia, inmunodeficiencias, enfermedades inmunológicas autoinmunitarias y hepáticas, enfermedad de Kawasaki, así como para cirugías cardiacas, transplantes de órganos y quemaduras extensas.