Ciudad de México. México registró en 2022 la inflación de energéticos más baja entre los países que componen la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE); el encarecimiento generalizado de la electricidad y combustibles en el país fue de 3 por ciento anual, casi una sexta parte de 18.4 por ciento que promedió en el resto de economías.
En medio de ese incremento mundial de precios, España fue la excepción. Luego de que los energéticos al cierre de 2021 escalaron a 27.9 por ciento en ese país, impulsados por el encarecimiento internacional del gas y su impacto en el mercado mayorista para la generación de electricidad a hogares, en 2022 estos insumos reportaron una deflación, su costo se redujo 6.9 por ciento, acompañada por la prerrogativa ibérica que aprobó la Comisión Europea.
En México, el gobierno federal amplió los subsidios que da al rubro energético; en particular a la importación de combustibles, bajo el argumento de que éstos son la base de una gran parte de la cadena de precios, puesto que la mayoría de mercancías se trasladan en vehículos terrestres cuya materia prima para operar son las gasolinas y el diésel.
“Después del pico observado en junio de 2022, la inflación de la energía siguió cayendo con fuerza en la mayoría de los países de la OCDE, de 23.8 por ciento en noviembre a 18.4 por ciento en diciembre, alcanzando su nivel más bajo desde agosto de 2021 (…) La mayor disminución se observó en Alemania, lo que refleja un subsidio único en las facturas de gas”, amplió el organismo.
La inflación de alimentos cerró en 15.6 por ciento el año pasado, también una menor tasa respecto a la que se venía registrando. Turquía y Hungría destacan por el encarecimiento de estos insumos, de 77.9 y 47.8 por ciento, respectivamente. Sólo cuatro países registraron un avance de precios menor al doble dígito: Israel, 4.2 por ciento; Japón, 7.2; Corea, 5.2 y Suiza, 4 por ciento. En México se ubicó en 12.7 por ciento.
La OCDE detalló que la inflación general en el promedio de países que la integran cerró el año pasado en 9.4 por ciento, su nivel más bajo desde abril de 2022. En parte se debió a que en 25 de los 38 países que componen la organización se registraron caídas durante diciembre. No obstante, a lo largo del año el indicador de precios promedió su nivel más alto desde 1988.