La propuesta del gobierno federal para permitir el cabotaje aéreo dentro del país no generará problemas para los trabajadores de este sector, afirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador, a la vez que recalcó las ventajas de mover al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) los vuelos de carga que actualmente llegan al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
De abrirse la posibilidad a empresas extranjeras para realizar vuelos dentro del territorio nacional, el mandatario subrayó que “se va cuidar siempre a los trabajadores, ellos no van a tener ningún problema, ni van a ser desplazados ni van a tener menos oportunidades de trabajo. Estamos buscando que haya equilibrios y que las medidas que se tomen sean en beneficio de los usuarios y de los trabajadores”.
Tras recordar que también está en puerta la creación de la nueva aerolínea nacional, añadió que “vamos a estar observando para que no se incrementen demasiado, a veces de manera excesiva los precios de los boletos, porque hay veces que se abusan”, principalmente en casos de aeropuertos a los que viaja una sola aerolínea.
Ponderó que con esta medida se fomentará la competencia y bajarán los precios, “entonces, estamos en eso, analizándolo, sin embargo, nuestros adversarios nunca van a estar conformes con nada, pero si nos ponemos a ver lo que dicen nuestros adversarios, los entiendo, están muy molestos porque ya no pueden robar, ya no tienen privilegios, ya no mandan, es que la gran reforma de nuestro tiempo es la separación del poder económico del poder político”.
En tanto, adelantó que el martes se presentarán mayor detalles relacionados con el decreto que establece mudar las operaciones de carga del aeropuerto capitalino al AIFA.
Para ello, acudirá a la “mañanera” el director general del AIFA, Isidoro Pastor Román, quien explicará la capacidad que tiene el aeropuerto para recibir aviones de carga y “cómo estamos sobrados, cómo hay muchas ventajas para que se trasladen los aviones de carga o aterricen en el AIFA y esto vaya quitándole presión al aeropuerto de la ciudad”.
Adujo que los cuestionamientos a estas medidas se dan porque en la oposición “están molestos porque en el fondo lo que imperaba era la corrupción y el influyentismo, entonces ya no hay eso, ahora hay transparencia y honestidad”, mientras que antes eran los potentados económicos los que mandaban, y el poder económico y político se nutrían mutuamente.