Los intereses de la deuda crecieron durante la última década al doble del ritmo que lo hizo el saldo del conjunto de los pasivos del sector público y cada vez toman mayor peso como proporción de los ingresos del Estado. Tan sólo en 2022, el costo financiero –el pago de intereses y comisiones a los acreedores– por habitante alcanzó el mayor monto desde que hay registro, muestran datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
El año pasado, el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público –la medida más amplia de la deuda– alcanzó 14 billones 91 mil 669.6 millones de pesos, un monto que incluso contando el nivel de la inflación es 37.6 por ciento más alto que hace una década.
Más acelerado que el crecimiento de la deuda pública en sí, ha sido el de los intereses que se deben entregar, los cuáles también respecto a 2013 han reportado un crecimiento de 64.1 por ciento contada la inflación. Sin este ajuste, en términos nominales se han disparado 159.2 por ciento, exhibe la SHCP.
A finales de enero, Naciones Unidas publicó un informe donde recupera las estimaciones de crecimiento que ya habían sido publicadas en diciembre por su agencia regional, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, donde se prevé que México crezca 1.1 por ciento en 2023.
Naciones Unidas reportó que en este contexto el rendimiento de los bonos del gobierno a 10 años superó 9 por ciento en México; y entre 2015 y 2022, los pagos de intereses como porcentaje de los ingresos del gobierno casi se duplicaron.
Los datos de Hacienda muestran que el año pasado los recargos y costos de administración de la deuda representaron el 12.4 por ciento de todos los ingresos públicos, 55 por ciento de los petroleros y 21.4 por ciento de los que entran vía recaudación.
En 2013, una década atrás, estas obligaciones equivalían a 8.3 de todos los ingresos públicos, a 20.1 de los provenientes de la explotación y venta de petróleo y a 23.4 por ciento de lo que en ese momento se logró con impuestos.
El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) reportó que el avance de las obligaciones públicas en el marco de alzas en las tasas de interés llevaron a que la deuda por habitante, al cierre de 2022, sea la tercera más alta desde 2005 y su costo financiero por habitante es el mayor observado.
El 2022 se caracterizó por un aumento en el indicador de la deuda, y el costo financiero de la misma
, la carga de intereses de las obligaciones públicas por habitante alcanzaron 6 mil 575 pesos, el mayor monto del que hay registro, exhibió el CIEP, con base en datos de la Secretaría de Hacienda.