Fráncfort. Europa impuso una prohibición el domingo sobre el diésel de Rusia y otros productos petrolíferos refinados, recortando la dependencia energética de Moscú y tratando de reducir aún más los ingresos del Kremlin por combustibles fósiles en represalia por la invasión a Ucrania.
El objetivo es permitir que el diésel ruso siga fluyendo a países como China e India y evitar una repentina subida de precios que perjudicaría a los consumidores de todo el mundo, al tiempo que reduciría los beneficios que financian el presupuesto y la guerra de Moscú.
El primer límite máximo para los productos petrolíferos comercializados con descuento respecto al crudo, como el aceite combustible, será de 45 dólares el barril; el segundo para los productos petrolíferos comercializados con precios superiores respecto al crudo, como el diésel o el queroseno, será de 100 dólares el barril
La decisión entró en vigor este domingo e incluirá un periodo transitorio de 55 días para completar los contratos de suministro celebrados antes de la introducción de la limitación de precios. El nivel de los techos se revisará cada 2 meses.
La medida se suma al límite de 60 dólares por barril impuesto al crudo ruso, que entró en vigor en diciembre y funcionará de la misma manera.
Precios del diésel podrían subir
El diésel es clave para la economía porque se utiliza para propulsar automóviles, camiones que transportan mercancías, equipos agrícolas y maquinaria de fábrica. Los precios del diésel han sido elevados debido a la recuperación de la demanda tras la pandemia del covid-19 y a las limitaciones de la capacidad de refinado, lo que ha contribuido a la inflación de otros bienes en todo el mundo.
Las nuevas sanciones crean incertidumbre sobre los precios mientras la Unión Europea de 27 países miembros encuentra nuevos suministros de diésel procedentes de Estados Unidos, Oriente Medio e India para sustituir a los de Rusia, que en un momento dado suministraba 10 por ciento de las necesidades totales de diésel de Europa. Se trata de trayectos más largos que los de los puertos rusos, lo que pone a prueba a los petroleros disponibles.
La reactivación de la demanda china, tras el fin de las restricciones covid-19, también podría hacer subir los precios.