Ciudad de México. Muchas de las leyes e iniciativas a favor de las mujeres, “se convierten en letras muertas ante los ojos de los magistrados y jueces”, expuso la saxofonista María Elena Ríos Ortiz, de origen mixteco, ante integrantes de diversas colectivas que realizaron un encuentro de resistencias en la Glorieta de las Mujeres que Luchan.
Además planteó que las sobrevivientes tienen que andar “mendigando justicia” y “arañando” los pocos apoyos económicos a que tienen derecho.
“Quedamos desempleadas, y aún así la poca ayuda a la que tenemos derecho, de acuerdo a la ley general de víctimas, la tenemos que arañar, y cuando la arañamos nos tildan de vividoras del gobierno. ¿Se han puesto ustedes a pensar cuanto gasta un diputado en una cena o un gobernador cuanto gasta en una salida a la Ciudad de México?”.
Pero “a mí no me pueden pagar 150 mil pesos y no me los comí, fueron tratamientos médicos que necesitamos. Son caros no son faciales, como me dijo hace dos semanas el juez Teódulo Pacheco Pacheco (juez que resolvió cambiar la medida cautelar a prisión domiciliaria). Además no existe ni siquiera reparación del daño integral”.
Ante diversas mujeres víctimas de violencia indicó que “estamos aquí porque estamos hartas y porque no tenemos privilegios ni tenemos ventajas. Estamos aquí porque queremos vivir, estamos ya cansadas de estar sobreviviendo todo el tiempo y de andar mendigando justicia”.
En entrevista posterior criticó que a los agresores se les permita ampararse una y otra vez durante los procesos. En su caso dijo que Juan Antonio Vera Carrizal ha interpuesto 11 amparos y destacó que está latente la posibilidad de que sea reclasificado el delito cometido en su contra y que le sean modificadas las condiciones de la pena.
Justamente ayer el ex diputado priísta solicitó la reconfiguración del ilícito, de tentativa de feminicidio a lesiones.
“A lo qué le apuestan las autoridades, en contubernio con los agresores es a que se apegue el tema”, y remarcó que en su caso seguirá luchando hasta tener justicia.
“Acá no solo matan por asfixia, matan con ácido, con gasolina, te echan alcohol, matan con la leña y con electricidad. En el Estado de México matan a mujeres con cables de alta tensión”.
En su intervención cuestionó la paridad y su influencia en mejoras para las mujeres. “¿De que sirve la paridad en la legislatura, si las mujeres que están en el legislativo siguen subordinadas por los varones machistas?”.
Criticó que a las sobrevivientes de violencias machistas “se nos ha incluso criminalizado por sobrevivir, como si eso fuera malo, apenas andamos arañándole a la vida”.