Ciudad de México. Una calzada flotante que derribó un obstáculo urbano, el anillo periférico, para unir la primera y segunda sección del Bosque de Chapultepec. Un proyecto arquitectónico que derribó más de un muro simbólico en el principal pulmón de la Ciudad de México, donde esta mañana se realizó la primera carrera de 10 kilómetros en este nuevo tramo.
Una mañana fría en la que unos 5 mil 500 corredores probaron este tramo arquitectónico salido de la imaginación del artista contemporáneo Gabriel Orozco.
“Este espacio simboliza un cambio en muchos registros. Es el regreso de las ciudades a la dimensión humana”, dice el director de Indeporte, Javier Hidalgo.
“El siglo XX fue la época del progreso industrial y las ciudades tenían como medida el auto y estaban desarrolladas para ese flujo. Hoy estamos en la era donde es urgente recuperar los espacios para la gente y la naturaleza”.
Todos los quieren correr en Chapultepec, cuenta Mónica Pacheco, la directora de este bosque de la Ciudad de México, donde antes de la pandemia se registraron 120 carreras tan sólo en 2019.
Óscar Caltenco ganó la primera carrera en la Calzada Flotante con 33 minutos y 30 segundos. No es un atleta improvisado, hace unas semanas compitió en el Maratón de Miami donde fue el único latinoamericano en subir al podio con el tercer lugar.
“Fue una experiencia diferente”, dijo el ganador; “necesitaba ver cómo respondía mi cuerpo después del Maratón de Miami pero me llamó la atención el recorrido. Es algo diferente porque todas son en Reforma y esta es un nuevo circuito, la verdad es increíble y valió la pena”.
Evangelina Prado ganó en la rama femenil con 39 minutos y 37 segundos. Ella prepara su participación en el próximo Maratón de la Ciudad de México y aprovecha toda oportunidad de competencia.
“Necesitaba probarme y el recorrido está exigente. Fue una experiencia bonita porque el paisaje en esta calzada es diferente a todo lo que he corrido”, dijo la ganadora.