Madrid. Astrónomos midieron directamente la masa de una estrella muerta con un efecto conocido como microlente gravitatoria, predicho por primera vez por Albert Einstein en su teoría de la relatividad.
El equipo internacional, dirigido por la Universidad de Cambridge, usó datos de los telescopios Gaia, de la Agencia Espacial Europea, y Hubble para medir cómo la luz de una estrella lejana se curvaba alrededor de una enana blanca conocida como LAWD 37, haciendo que el astro lejano cambiara de forma temporal su posición aparente en el cielo.
Es la primera vez que se detecta este efecto en una estrella aislada que no sea nuestro Sol, y que se mide de manera directa la masa de una cuerpo de este tipo. Los resultados se publican en la revista Monthly Notices, de la Real Sociedad Astronómica.
LAWD 37 es el resultado de la muerte de una estrella como la nuestra. Cuando un astro fenece, deja de quemar su combustible y expulsa su material exterior, dejando sólo un núcleo caliente y denso. En estas condiciones, la materia tal como la conocemos se comporta de forma muy diferente y se convierte en algo llamado materia electrón-degenerada.
Las enanas blancas dan pistas sobre cómo evolucionan las estrellas: algún día nuestro propio astro acabará siendo una de ellas
, señaló en un comunicado Peter McGill, autor principal del estudio y doctorando en el Instituto de Astronomía de Cambridge.
El científico trabaja ahora en la Universidad de California en Santa Cruz.
LAWD 37 ha sido objeto de numerosos estudios, ya que se encuentra relativamente cerca de nosotros. Esta enana blanca se encuentra a 15 años luz, en la constelación de Musca, y es lo que queda de una estrella que murió hace unos mil 150 millones de años.
Como esta enana blanca está relativamente cerca de nosotros, tenemos muchos datos acerca de ella: sobre su espectro de luz, pero la pieza que faltaba en el rompecabezas era medir su masa
, agregó McGill.
Factor importante en la evolución de un astro
La masa es uno de los factores más importantes en la evolución de una estrella. Para la mayoría de los objetos estelares, los astrónomos la deducen de forma indirecta, basándose en hipótesis de modelización sólidas y a menudo no probadas. En los raros casos en los que puede deducirse de manera directa, el objeto debe tener una compañera, como un sistema estelar binario. Sin embargo, para objetos individuales, como LAWD 37, se necesitan otros métodos.
McGill y su equipo internacional de colegas utilizaron los datos de los telescopios a fin de obtener la primera medición precisa de la masa de LAWD 37 mediante la predicción, y posterior observación, de un efecto astrométrico predicho por Einstein.
Dado que la luz de la estrella de fondo era tan débil, el principal desafío para los astrónomos fue extraer la señal de la lente del ruido.
Estos fenómenos son raros y sus efectos diminutos
, explicó McGill.
Una vez extraída la señal de la lente, los investigadores pudieron medir el tamaño de la desviación astrométrica de la fuente de fondo, que escala con la masa de la enana blanca, y obtener una masa gravitatoria para LAWD 37 que es 56 por ciento la masa de nuestro Sol. Esto concuerda con las predicciones teóricas anteriores sobre la masa del astro y corrobora las teorías actuales sobre la evolución de las enanas blancas.
La precisión de la medición permite comprobar la relación masa-radio de las enanas blancas
, explica McGill. Esto significa poner a prueba las propiedades de la materia en las condiciones extremas del interior de esta estrella muerta
.
Los investigadores afirman que sus resultados abren la puerta a futuras predicciones de eventos con datos de Gaia que puedan detectarse con observatorios espaciales como el James West, sucesor del Hubble.