Ciudad de México. Al conocer el posicionamiento del PAN y del PRI que reiteraron la conducción de los procesos de selección de candidatos de la coalición Va por México en el presente año y en el 2024, la dirección del PRD emitió una postura demandando que “las candidaturas principales para el 2024, se depositen en manos de la sociedad civil la elaboración de un procedimiento democrático, abierto, transparente, incluyente.”
La reacción de ese partido obedeció a que, dada su baja aportación electoral -que se calcula en el dos por ciento del electorado, e incluso ya perdió el registro en una veintena de estados-, fue marginado de la toma de decisiones en el caso de proponer candidaturas.
Además, entre panistas y priístas, se argumenta que la dirección perredista, dominada por la corriente de los chuchos está comprometida con algunas organizaciones de la sociedad civil, como la que encabezan Claudio X González, cuyos empleados son Guadalupe Acosta Naranjo y Fernando Belaunzarán, y la de Gustavo de Hoyos, quienes exigen que el aspirante presidencial provenga de la sociedad civil.
Así los perredistas reclamaron que sea la sociedad civil organizada quien se encargue de organizar el proceso de selección de estas candidaturas y no sea conducido por uno o dos partidos o ninguno de los partidos de una coalición.
Además de comprometerse a continuar en Va por México para ganar las elecciones juntos como coalición en los estados de México y Coahuila y que no nos distraigan otros elementos, el PRD insistió en fijar su interés en el 2024, pues “estamos convencidos de que debemos fortalecer la Coalición Va por México e incluso ampliarla con otras fuerzas políticas y de la mano de la sociedad civil para que juntos, partidos políticos y sociedad civil, conformemos esa amplia coalición político-social de corte democrático y progresista”.
Y de ahí, de su vínculo con las organizaciones civiles pro empresariales, ese partido expresó su reiterado “interés y compromiso de seguir caminando de la mano de la sociedad civil para que seleccionemos las mejores candidaturas y que no quede en manos de ningún partido político este proceso como algo exclusivo, sería darle la espalda al reclamo de la sociedad civil, insistir en que sea uno o dos partidos o varios en quienes recaiga exclusivamente la responsabilidad de un proceso democrático así”.