Nueva York. El Contador y El Conejo ofrecieron más detalles sobre el supuesto secuestro exprés ordenado por un líder del cártel de Sinaloa del entonces secretario de Seguridad Pública de México, afirmaron que la corrupción oficial es vital para que funcione el narco, se refirieron al pago de medios para difundir lo que ellos deseaban, narraron más detalles de sus lujos y sus torturas, y de sus leones, tigres, hipopótamos y también de sus traiciones en la sexta audiencia del juicio de Genaro García Luna en un tribunal federal en Brooklyn.

El Conejo se llama Harold Mauricio Poveda Ortega quien dijo que su papel era “enlazar a los grandes narcos de Colombia con los grandes narcos de México” con el propósito de transportar entre Colombia-México-Estados Unidos lo que él dice -y por lo cual fue formalmente acusado por la justicia de Estados Unidos- fue un total de un millón de kilos de cocaína a lo largo de su breve carrera entre 2000 y 2009.

Contó que durante una fiesta en su casa que llamaba “la mansión de la fantasía”, en el Desierto de los Leones, llegó la Policía Federal para detenerlo, pero huyó al correr por “donde estaban los tigres blancos” y otros de sus animales y logró evadir captura.

Pero al recordar su “casa muy bonita”, el testigo pareció casi llorar, al describir los detalles que incluían una “discoteca de agua” llamada La Gruta donde uno aparentemente bailaba en ropa interior y una puerta de madera labrada a mano que trajo de India, entre otras cosas.

Tras huir, logró comunicarse con Arturo Beltrán Leyva, declaró, quien le dijo que todo esto era obra de “ese hijo de su puta madre Rey”, al referirse Jesús Rey Zambada. Tras escapar, Beltrán Leyva le expresó su furia contra la Policía Federal por estas agresiones, y días después lanzan, como represalia, un operativo donde gente de Beltrán Leyva, incluyendo a El Grande, junto con otros policías pero no de la Policía Federal, capturan a a el Rey y lo entregan a las autoridades.

El Conejo contó que Arturo Beltrán Leyva le hace una petición urgente de hacerle llegar 300 mil dólares y entregar ese dinero “rápido a los medios” para que reporten sobre el “arresto” del Rey, y anular así el uso de dinero y de sus relaciones para salir libre.

Es la segunda vez esta semana que testigos narcotraficantes mencionan pagos a medios, aunque aun nadie revela nombres. El martes, Óscar El Lobo Nava Valencia declaró que Mario Pineda Villa, subordinado de los Beltrán Leyva, le habló a “un periodista que trabajaba para el cártel” para que difundiera la noticia sobre el Rey Zambada a otros para evitar la liberación el narco -no especificó más.