Tigres lo buscó, pero no pudo. Empató sin goles ante Atlético de San Luis en el Volcán en la fecha cuatro del Clausura 2023.
André Pierre Gignac perseguía el gol 158 de su cuenta en el futbol mexicano. Un número con el que alcanzaría a Luis García y Benjamín Galindo, motivo suficiente para exhibirlo todavía más ofensivo que de costumbre. Presionaba como es su sello personal. Cada aproximación al área del San Luis ponía a sudar al arquero Marcelo Barovero, pero no lograba perforar la red.
A Gignac lo esquivaba el gol de forma increíble. Lo buscaba, ni cómo negar, con la insistencia y el olfato como marca registrada. Pero los remates por una u otra razón terminaban frustrados. Varios cabezazos finos, bien apuntados y potentes, pero que terminaban fuera.
Si no se iban desviados, algo inexplicable los arruinaba. Uno de ellos, un remate que parecía destinado a la red, se esfumó gracias a la pericia de Marcelo Barovero, quien lo mandó fuera. Como se dice, le sacaron el gol que ya estaba cantado, un manotazo habilidoso y sublime. La intervención del portero fue un portento que el propio atacante francés lo felicitósin poder ocultar una sonrisa ante lo que había sucedido.
Pero el más doloroso para el francés fue al 66, cuando el testarazo no pudo ser atajado. Un centro impecable de Luis Quiñones, con gambeta incluida, que dio en el costado izquierdo del área, donde Gignac proyectó al fondo de la portería. Era la anotación que esperaba el francés para alcanzar la cifra de García y Galindo. Pero el tanto fue anulado por el fuera de lugar de Quiñones.
Y esa mancuerna de Quiñones-Gignac seguía intentando, pero sin fortuna, con la ansiedad que provoca el marcador en cero y el tiempo casi agotado.
Tigres se quedó en el subliderato con siete unidades, mientras que San Luis sigue en el noveno peldaño con cuatro puntos.