Ciudad de México. Familiares y amigos del abogado Ricardo Lagunes y del líder comunal de Aquila, Michoacán, Antonio Díaz, desaparecidos en la frontera entre Michoacán y Colima el 15 de enero pasado, llevaron a cabo una serie de protestas en la Ciudad de México para exigir la presentación con vida de los defensores.

La jornada inició por la mañana con manifestaciones afuera de las representaciones de los gobiernos de Michoacán y Colima, donde entregaron documentos para exigir la búsqueda de los activistas y las más de 16 mil firmas que respaldan esta demanda, recabadas a través de la página de internet Change.org. Sin embargo, en el primer inmueble, ubicado en la colonia Nápoles, debido a que no había nadie, los papeles se tuvieron que dejar por debajo de la puerta.

Más tarde, los manifestantes se trasladaron a la Procuraduría Agraria para exigir que también asuma su responsabilidad en este caso, ya que la desaparición de los activistas, dijeron, se da en un contexto “de injusticia agraria y la forma de no respetar y cuidar los procesos de los pueblos para elegir a sus autoridades”.

Ahí fueron recibidos por el procurador Luis Hernández Palacio y su equipo, a quienes los familiares explicaron los vínculos de la desaparición forzada de Ricardo y Antonio con el conflicto provocado “por un grupo de poder cercano a la empresa minera (Ternium), que ha utilizado todo tipo de estrategias para evitar que haya una representación comunal elegida democráticamente”.

Asimismo, plantearon la necesidad de avanzar en una reforma integral de la Ley Agraria y del sistema de justicia agraria, dado que actualmente no garantizan la protección de derechos colectivos frente a intereses privados, lo que acaba desembocando en conflictos.

Por su parte, la Procuraduría Agraria ofreció facilitar un proceso de conciliación en la comunidad San Miguel de Aquila, pero los familiares respondieron que la conciliación solamente será posible cuando se presente con vida a Antonio y Ricardo.

Esta jornada de protestas, se sumó a otras que se realizaron en Mérida, Yucatán, y en Orizaba, Veracruz.