Puerto Príncipe. Más de un millón de niños haitianos siguen sin ir a la escuela y un número similar se encuentra bajo la amenaza constante de la violencia en la capital, Puerto Príncipe, debido a la anarquía crónica, declaró el viernes el director regional de la agencia para la infancia Unicef.

La entidad advirtió el año pasado que los niños haitianos están amenazados por la desnutrición, la violencia armada y un brote de cólera. Muchas escuelas no pudieron comenzar el curso académico porque las bandas bloquearon en septiembre la distribución de combustible, creando una crisis humanitaria.

Los líderes políticos de Haití deben unirse para garantizar que los niños tengan acceso a la educación, la alimentación y el agua potable, afirmó Garry Conille, director de Unicef para América Latina y el Caribe.

"Si no se hace esto, en realidad se está creando una vía para las bandas, y esto es algo que no nos podemos permitir", dijo en una entrevista con Reuters.

Unicef está buscando 210 millones de dólares para sus operaciones en Haití en 2023, más del doble de lo que solicitó el año pasado, debido a la creciente necesidad de proporcionar servicios a los niños, destacó.

También está tratando de abordar la violencia de género y la violencia hacia los niños en los hogares haitianos, donde el castigo corporal sigue siendo común.

"Los niños no sólo encuentran la oportunidad de aprender (en la escuela), sino que también es cada vez más un refugio seguro en el barrio y una forma de escapar de todo tipo de violencia", dijo Conille.

"Creo que la comunidad internacional debe seguir manteniendo su atención y proporcionar los recursos necesarios para que estos niños puedan recibir el apoyo que necesitan", apuntó.