Las sequías, uno de los efectos del cambio climático, han intensificado el problema de almacenamiento de las presas del Sistema Cutzamala y su capacidad de abastecer al Valle de México. Comienzan el año con un déficit de 22.7 por ciento de agua respecto a su nivel histórico y se espera una temporada de estiaje compleja, advirtió Eduardo Vázquez, director de Agua Capital, integrante del grupo de Fondos de Agua.
De acuerdo con la Conagua, el Sistema Cutzamala, ubicado en el estado de México y la presa el Bosque en Michoacán, abastece el 33 por ciento del agua que se utiliza en el Valle de México. La baja intensidad de las lluvias registradas el año pasado afectó severamente el llenado de los embalses, con lo cual se prevé un año complejo en cuanto a la capacidad de disponibilidad y abastecimiento de agua al Valle de México desde sus fuentes externas, indicó.
De acuerdo con información del Comité Técnico de Operación de Obras Hidráulicas de la Conagua, las presas El Bosque, Valle de Bravo y Villa Victoria, se ubican en promedio al 56.3 por ciento de su nivel de llenado.
El déficit de las fuentes de agua subterráneas en el Valle de México genera una dependencia significativa de fuentes externas para abastecer a la población, como es el caso del Sistema Cutzamala. “No debemos olvidar que el abastecimiento de agua para el área metropolitana del Valle de México, con una población mayor a los 20 millones de personas, es uno de los retos más grandes y complejos del mundo”, dijo.
Agregó que de acuerdo con el Sistema de Aguas de la Ciudad de México una falla en este Sistema podría afectar hasta a 8 millones de personas en el Valle de México. “Uno de los retos fundamentales que tienen las autoridades, los distintos actores relevantes y la sociedad en general, es tener la capacidad de adaptación al uso y gestión del agua ante escenarios de riesgo e incertidumbre derivados de los efectos del cambio climático”.
Para ello, dijo, se requieren nuevos esquemas de planeación, políticas públicas adecuadas, ordenamiento territorial, presupuestación, y coordinación con visión de largo plazo y enfoque de resiliencia.
Vázquez destacó que es importante contener los fenómenos de urbanización exacerbada, invasiones en áreas naturales protegidas, cambios de uso de suelo y deforestación, que han derivado en una fuerte degradación de los ecosistemas y cuerpos forestales que son las principales fuentes de agua de la región metropolitana.
Concluyó que “los eventos recurrentes de sequía en el sistema de presas del Cutzamala son una realidad y cada vez serán más frecuentes”.