Santiago. Un panel de expertos judiciales y médicos inició este martes en Santiago el análisis final de pruebas científicas para determinar si el poeta chileno y premio Nobel de Literatura Pablo Neruda fue asesinado o no durante la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990).
"Estamos ad portas de poner término a una investigación que nos parece ha sido trascendental", declaró a periodistas Mario Carroza, juez coordinador nacional de derechos humanos, tras la ceremonia de inauguración de la nueva ronda de trabajo de los expertos.
Peritos locales e internacionales comenzaron en el Palacio de Tribunales, en Santiago, un ciclo de nueve días de reuniones para analizar los resultados de una serie de estudios a los que fueron sometidos los restos del poeta chileno, quien murió 12 días después del golpe de Estado que comandó Pinochet, el 11 de septiembre de 1973.
De acuerdo a la versión oficial de la época, Neruda -opositor a la dictadura- murió como consecuencia del cáncer de próstata que padecía. Pero en octubre de 2017, un grupo de 16 peritos confirmó que no murió de cáncer aunque no pudo determinar la causa exacta de su muerte.
Se inició entonces una investigación sobre una tóxina, la 'Clostridium botulínico', la cual fue encontrada en los restos del poeta.
El nuevo panel de expertos evaluará si existen pruebas suficientes para establecer si esa sustancia tóxica causó la muerte de Neruda y establecer cómo y quién la inoculó a Neruda mientras se encontraba internado en una clínica privada de Santiago.
Los especialistas tienen previsto concluir su tarea el próximo 7 de marzo, cuando entregarán el informe final a la jueza Paola Plaza, quien encabeza la investigación.
"Me da la impresión de que (las pruebas) traerán conclusiones que pueden ser definitivas como para que la magistrada que hoy en día tiene a su cargo la investigación pueda tomar una determinación definitiva" sobre el caso, explicó Carroza.
Neruda murió a los 69 años. Su salud se había deteriorado cuando se aprestaba a dejar el país tras del golpe de Estado de Pinochet en contra del mandatario socialista Salvador Allende, de quien el poeta era amigo cercano.
Un avión proporcionado por la embajada mexicana aguardaba que Neruda dejara la clínica para poder llevarlo a México en calidad de exiliado.
La investigación sobre las causas de su muerte de Neruda comenzó luego que en 2011 su exchofer, Manuel Araya, relató a la prensa de que el poeta pudo ser envenenado por la dictadura de Pinochet, que dejó más de 3 mil 200 muertos y unos 38 mil torturados, según cifras oficiales.