Ciudad de México. Antes de la marcha en contra de la presencia de la Guardia Nacional en el Metro de la Ciudad de México, el presidente Andrés Manuel López Obrador expresó que sospecha que puede haber mano negra
en las manifestaciones en las que grupos de encapuchados, que se comportan como falanges del conservadurismo
, causan destrozos contra monumentos y edificios.
En su habitual conferencia matutina, efectuada ayer en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento, el mandatario calificó de hipócritas a quienes antes defendieron la guerra que inició Felipe Calderón
y hoy señalan que hay una militarización en el país.
Al defender la presencia de efectivos de la Guardia Nacional en el Metro, sostuvo que su gobierno no va a permitir que los usuarios vivan con la sicosis de que puede ocurrir un accidente
en este sistema de transporte.
López Obrador, quien volvió a respaldar a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum –a quien definió como una mujer inteligente, trabajadora y honesta–, explicó que se decidió poner vallas y cerrar calles en el centro de la capital no por temor a que un gran número de personas pudieran participar en la marcha, sino por los destrozos que podrían ocasionar.
El mandatario afirmó que él y su gobierno respetan la libertad de manifestación, pero criticó que quienes participan en movilizaciones se digan anarquistas y revolucionarios al tiempo que se cubren los rostros y ataquen monumentos históricos.
En tanto, el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, expresó que la Guardia Nacional realiza labores de vigilancia en el Metro porque se detectaron eventos que salían de la operación normal
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A su vez, Sheinbaum afirmó que con la presencia de los integrantes de la Guardia Nacional la seguridad en el Metro ahora es mayor, pues antes se reportaban cinco robos diarios, cifra que se ha reducido a dos.
Reiteró que los efectivos están ahí para proteger a los 3.5 millones de usuarios que a diario se trasladan y hasta ahora hay una opinión favorable ante los ciudadanos.