Mont-de-Marsan. El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció este viernes un gasto militar de 400 mil millones de euros (unos 463 mil millones de dólares) entre 2024 y 2030, un tercio más que el precedente programa plurianual, en un contexto de guerra en Ucrania.
"La ley de programación militar traduce el esfuerzo del país hacia sus fuerzas armadas" y está "a la altura de los peligros, que son considerables", dijo Macron durante su menaje de Año Nuevo al ejército en la base de Mont-de-Marsan (suroeste).
La anterior ley 2019-2025, financiada con 295 mil millones de euros (unos 320.000 millones de dólares al cambio actual) y que terminará así antes por el esperado nuevo plan, puso fin a años de recortes en las fuerzas armadas.
"Tras reparar las fuerzas armadas, ahora vamos a transformarlas", subrayó el jefe de Estado. "No podremos escoger los conflictos que tendremos que librar", advirtió ante altos mandos, abogando un aumentar la potencia y la rapidez de acción.
La ofensiva rusa en Ucrania, que en febrero cumplirá un año, despertó los temores de una guerra en Europa y sacó a relucir las debilidades del dispositivo militar francés, que el gobierno del mandatario centrista busca corregir.
El presupuesto, que será de 413 mil millones de euros (447 mil millones de dólares) si se tienen en cuenta los gastos extraordinarios, aumentará en casi un 60% la partida para la inteligencia militar, para ir "una guerra por delante", según Macron.
Reforzar los sistemas de disuasión nuclear, las cibercapacidades o los equipos en zonas del mundo, como el Indopacífico, "en primera línea de posibles enfrentamientos en el futuro", también se incluye en la nueva estrategia de esta potencia nuclear.
Francia debe "disponer de fuerzas reforzadas de soberanía para poder asestar un zarpazo a quien quiera tomar nuestros intereses" sobre todo en esa zona, donde los deseos expansionistas de China preocupan, según la presidencia francesa.
La soberanía militar y el respeto como socio creíble hilvanan este proyecto de ley, sobre el que el Parlamento francés debe pronunciarse en los próximos meses.
El anuncio llega un día después de protestas masivas en Francia contra el retraso de la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030, que Macron quiere aplicar para equilibrar un futuro déficit en el sistema de las pensiones.