Melbourne. Banderas serbias en las gradas y el público en pie. La afición en la Rod Laver Arena se entregó a Novak Djokovic en su regreso al Abierto de Australia un año después de su deportación, en la jornada de ayer, que registró una impresionante victoria del veterano británico Andy Murray, quien aun con una próte-sis de metal en la cadera y problemas de rodilla se impuso en un épico partido de cinco sets al italiano Matteo Berrettini.
Djokovic asintió a las expresiones de cariño al saludar con la mano izquierda al entrar a la cancha a las 10:30 de la noche y ofrecer un magnífico despliegue de tenis, si acaso con una leve molestia en el muslo izquierdo, que tenía vendado.
Con sus padres y hermanos en las gradas del Melbourne Park por primera vez desde hace 15 años, cuando obtuvo su título de Grand Slam inicial, Djokovic empezó el duelo disparando un saque directo de 201 kilómetros por hora. Se llevó el juego de apertura sin ceder puntos e inclinó el primer set a su favor con una seguidilla de 12 rumbo a una victoria 6-3, 6-4 y 6-0 sobre el español Roberto Carballés, situado en el lugar 75 del ranking.
Un ambiente increíble. Muchísimas gracias por haberse quedado tan tarde, a todos. También gracias por darme una bienvenida tan cálida, ni en mis sueños me lo hubiera imaginado
, dijo Djokovic al dirigirse al público a pie de cancha.
Me siento muy feliz estar de vuelta en Australia y en la cancha donde he tenido el mayor éxito en mi carrera
, expresó el serbio, nueve veces ganador del Abierto de Australia, de donde hace un año fue expulsado por no estar vacunado contra el covid.
Por la misma razón, Djokovic se perdió el Abierto de Estados Unidos 2022. Pero el gobierno de Australia relajó las restricciones por la pandemia y eliminó la norma que le impedía ingresar por tres años tras la revocación de la visa, lo cual permitió que volviera al país, .
Djokovic ha insistido que lo ocurrido en enero de 2022 le afectó mucho, pero asegura que no guarda resentimientos, y el martes se pudo palpar que los australianos no le tienen ningún tipo de antipatía.
Más temprano, en un partido disputado en la Rod Laver Arena con el techo desplegado por variantes en el clima, Andy Murray logró su mayor victoria en años.
El británico de 35 años armó una firme ventaja, dejó que casi desapareciera y salvó un punto de partido contra Matteo Berrettini, casi una década más joven y 50 puestos por encima de él en el ranking mundial, antes de imponerse por 6-3, 6-3, 4-6, 6-7 (7-9), y 7-6 (10-6) en un juego memorable a cinco sets que duró más de cuatro horas y media en la primera ronda del Abierto de Australia.
En los últimos años me he cuestionado a mí mismo. Mucha gente ha puesto en duda mi capacidad, si podía seguir rindiendo en los grandes eventos y en los partidos importantes
, declaró Murray, ex número 1 del mundo, quien ahora ocupa el puesto 66 del escalafón y ha sido sometido a dos operaciones de cadera en años recientes.
Al eliminar a Berrettini, decimotercer preclasificado y finalista en Wimbledon en 2021, Murray se convirtió en el quinto hombre en la era abierta del tenis (desde 1968) con 50 victorias en el Abierto de Australia, igualando a Djokovic, Roger Federer, Rafael Nadal y Stefan Edberg.
Otros sembrados que avanzaron a segunda ronda: el ruso Andrey Rublev (5), el danés Holger Rune (9), el estadunidense Taylor Fritz (8), el alemán Alexander Zverev (12), mientras en el cuadro femenil ganaron en su debut la segunda favorita, la tunesina Ons Jabeur, la francesa Caroline Garcia (4) y la bielorrusa Aryna Sabalenka (5).
En tanto, quedó prohibido el despliegue de banderas de Rusia y Bielorrusia en el complejo de canchas del Abierto de Australia, luego de que espectadores mostraron insignias durante el día inaugural del primer Grand Slam de la temporada.
Normalmente, no hay restricciones durante los partidos en el Mel-bourne Park, pero ante reclamos de algunos jugadores, la Federación Australiana de tenis revirtió el reglamento en cuanto a los dos países involucrados en la invasión a Ucrania, que comenzó hace casi un año.