Ciudad de México. En el primer día de aplicación del nuevo reglamento contra el tabaco, las tiendas de conveniencia retiraron los exhibidores de cigarros y la publicidad, mientras que Gady Zabicky, titular de la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic), afirmó que el efecto de las nuevas disposiciones se verá en el mediano plazo, cuando los que hoy son adolescentes lleguen a la edad adulta sin fumar.
Para ello, el tabaco debe dejar de ser un bien de consumo accesible que se vende en todos lados. Las personas se deben desacostumbrar a verlo como una alternativa de ocio y descanso. Por el contrario, se debe difundir que es causa de enfermedad y muerte. Fumar es, de hecho, la principal causa prevenible de defunción.
En entrevista, el funcionario sostuvo que el objetivo de la estrategia nacional para erradicar el consumo de tabaco es la desaparición de la industria tabacalera. Destacó que las acciones que restringen esta práctica favorecen a 87 por ciento de la población que no fuma, pero está expuesta a la contaminación del humo del tabaco, mientras en los pabellones de los hospitales, 85 a 90 por ciento de los enfermos de cáncer de pulmón, eran fumadores.
En tanto, la atención de los diversos padecimientos asociados al tabaquismo representan para el sector salud, una inversión de 150 mil millones de pesos al año. La cifra contrasta con los cerca de 50 mil millones que las empresas pagan al fisco como impuesto por el consumo de productos del tabaco.
Las nuevas disposiciones que garantizan espacios públicos libres de humo, prohíben todo tipo de publicidad, promoción y patrocinio de los productos del tabaco, así como su exhibición en puntos de venta, colocan a México muy cerca del cumplimiento del Convenio Marco para el Control de Tabaco promovido por la Organización Mundial de la Salud.
La responsabilidad de vigilar su cumplimiento es de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y de las personas que atiendan los lineamientos y denuncien cuando se incumplan, indicó Zabicky.
La Cofepris informó que en coordinación con los gobiernos estatales realizará visitas de inspección a establecimientos, lugares de trabajo, transporte público, escuelas, entre otros sitios públicos.
También estará en los negocios donde se vendan o distribuyan productos de tabaco para verificar que no se encuentren exhibidos y cuenten con las listas de dichas mercancías. Indicó que se mantiene vigilancia para garantizar que no haya publicidad en la materia, en cualquier medio de comunicación.
Por su parte, Zabicky admitió los rezagos que existen en el país como la venta de cigarros sueltos y a menores de edad. Es un gran problema, admitió.
En este caso, el principal desafío son los negocios pequeños, puestos semifijos y móviles, cuya principal fuente de ingresos es la venta de cigarros sueltos. Las personas que los venden cometen un delito, es una falta administrativa y fiscal. Pero, por supuesto, no puedes llegar con un niño que en una caja vende dulces y cigarros sueltos
para quitárselos o sancionarlo. Advirtió que la industria está detrás de esta actividad que favorece el acceso de niños y adolescentes a los cigarros, pues pagan seis o siete pesos por cada uno y no los 70 pesos que, en promedio, cuesta la cajetilla.