Santa Cruz. California, ya empapada tras una serie de tormentas que causaron la muerte de al menos 19 personas, va a sufrir otra el domingo por la noche y el lunes antes de que llegue un tiempo más seco.
El estado del oeste de Estados Unidos, y el más poblado, está a punto de sufrir su noveno episodio de lluvias torrenciales en casi tres semanas.
Para facilitar la ayuda a California, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, declaró el estado de catástrofe grave en ese estado donde unas 26 millones de personas están bajo alerta de inundación.
El sábado, trombas de aguas azotaron la costa del Pacífico, lo que provocó el desborde de muchos ríos e inundó zonas urbanas, viviendas y tierras que venían de padecer una sequía que parecía interminable.
Para el domingo se espera una tregua, antes de que se produzca un nuevo "río atmosférico"; un fenómeno meteorológico que trae enormes cantidades de agua desde los trópicos, estimaron las autoridades.
"Es el octavo de los nueve ríos atmosféricos que prevemos", advirtió el sábado el gobernador Gavin Newsom. "Esto no terminó", añadió
Las nuevas lluvias "podrían, en algunos lugares, provocar inundaciones" en suelos ya anegados, señaló el domingo el Servicio Meteorológico de Estados Unidos (NWS).
Jugando en la playa
En Santa Cruz, al sur de San Francisco, varias zonas seguían bajo aviso de inundación y la playa de la ciudad seguía el domingo llena de troncos y basura arrastrados por el río San Lorenzo en las dos últimas semanas.
Pero el cielo gris y los chubascos no impidieron que Evan Short y tres amigos jugaran un partido de voley playa entre la suciedad.
"Vi una pequeña tregua en el tiempo y convencí a otros amigos desesperados para que se unieran a nosotros", cuenta a la AFP este analista de datos de 29 años. "La semana que viene debería haber unos días sin lluvia, por fin", dijo
La sucesión de tormentas desde finales de diciembre podría llegar pronto a su fin.
El NWS prevé para el fin de semana "un período de tiempo más seco sobre California y el suroeste de Estados Unidos".
California podría entonces reparar daños y normalizar la electricidad. Unos 20 mil hogares seguían sin energía el domingo de mañana.
En San Francisco, los últimos tres meses fueron los más lluviosos desde el invierno de 1972-73. Al mismo tiempo, California, cuya agricultura alimenta a América del Norte, se enfrenta a una prolongada sequía que no tiene precedentes.
Sin embargo, las lluvias torrenciales de las últimas semanas no invertirán la tendencia. "No serán suficientes para llenar el lago Mead", dijo el NWS en alusión al gigantesco embalse del río Colorado que abastece de agua a California y cuyo nivel lleva años descendiendo.
Pero los sistemas de control y retención del agua -diques, lagos artificiales, cauces limitados- "se diseñaron hace 40 o 50 años" para "un mundo que ya no existe", dijo Newsom el sábado.