Más de 800 estudiantes de la escuela normal rural zacatecana “Matías Ramos Santos”, acompañados por representantes de otras nueve normales rurales del país, protestaron este viernes en la capital de Zacatecas, para recordar la represión sufrida por policías estatales durante el gobierno de Ricardo Monreal Ávila, en el año 2000, en una gira de trabajo del entonces presidente de la república, Ernesto Zedillo Ponce de León.

Desde la comunidad rural de San Marcos, municipio de Loreto –donde tiene su sede la escuela “Matías Ramos Santos”, en 27 autobuses salieron los normalistas hasta la zona conurbada de la capital de Zacatecas, y a la altura de la Secretaría de Educación estatal, sobre el bulevar José López Portillo, descendieron para comenzar su marcha a pie, durante unos siete kilómetros, hasta la plaza de armas, frente al palacio de gobierno del estado, en la ciudad de Zacatecas.

Al frente de los distintos contingentes iban los integrantes de la normal “mixta”, de hombres y mujeres, de San Marcos, Zacatecas, y detrás, sumándose a la manifestación, los normalistas de Cañada Honda, Aguascalientes; Saucillo, Chihuahua; Tiripetío, Michoacán, Mactumatzá, Chiapas; Tenería, Estado de México; Ayotzinapa, Guerrero; Panotla, Tlaxcala; Teteles, Puebla y Aguilera, Durango.

Durante la movilización, uno de los normalistas de Zacatecas, en entrevista con un grupo de reporteros, relató cómo ocurrieron los hechos de represión, contra quienes eran estudiantes en esa época, hace 23 años.

“El 13 de enero del año 2000 sufrimos una represión del gobernador de entonces, Ricardo Monreal Ávila, hermano del ahora gobernador David Monreal Ávila, los estudiantes cada año hacemos entrega de un pliego petitorio, con el fin de dar a conocer a la Secretaría de Educación Pública del estado, las necesidades que tenemos en el internado. En ese entonces se entregó el pliego petitorio y se nos hizo caso omiso. Entonces se hizo una manifestación totalmente pacífica, en plaza de armas, ahí es donde se constituyó un plantón”.

En esa fecha el presidente Ernesto Zedillo Ponce de León visitó la ciudad de Zacatecas, donde, después de un acto protocolario, se dirigiría a inaugurar un puente vial en la vecina ciudad de Guadalupe. Los normalistas ante la falta de cumplimiento del pliego petitorio, decidieron que buscarían “interceptar” la comitiva presidencial, para ser escuchados.

Para impedirlo, Apolonio Castillo Ferreira, secretario de educación del gobierno de Ricardo Monreal Ávila, salió a atender a los estudiantes, asegurándoles que, en ese momento, les firmaría el pliego petitorio.

Pero entonces, el funcionario estatal se enteró, por uno de sus empleados, que la comitiva presidencial ya se encontraba en la ciudad de Guadalupe, y no había riesgo de que fuera interceptado el presidente Ernesto Zedillo Ponce de León.

“Y entonces el Secretario de Educación decidió romper el pliego petitorio que estaba firmando, delante de todos los estudiantes, siendo este un acto de indignación para nosotros, más que nada de humillación, pues se vio como todo era un plan, amañado, para distraer a los estudiantes”.

Los entonces estudiantes normalistas subieron entonces a sus autobuses y se dirigieron al evento presidencial en la ciudad de Guadalupe, narró el entrevistado, “pero a la altura del centro de espectáculos Bonito Pueblo, fueron interceptados por policías del estado de Zacatecas, los cuales apuntaron directamente a los estudiantes con sus armas de fuego, y deciden bajarlos de los autobuses, por la fuerza”.

“Los estudiantes decidieron entonces proteger a las mujeres estudiantes, en una formación de caracol, las mujeres al centro y los hombres afuera. Después le dan la espalda a la policía estatal y todos los estudiantes deciden entonar el himno nacional mexicano”.

Luego otros policías los golpearon con toletes y palos, y detuvieron con violencia a una veintena de jóvenes estudiantes, mujeres y hombres –que insistían en continuar a pie, hasta el evento donde se encontraba el presidente-, llevándoselos detenidos, pero sin presentarlos ante las autoridades competentes. Por la noche, cuando el presidente Zedillo tenía más de cinco horas de haberse ido de Zacatecas, los normalistas golpeados fueron liberados. Desde entonces, cada año el 13 de enero, los miembros de esa escuela marchan para recordar la agresión policial.

            Actualmente, relató el estudiante normalista, las instalaciones de la escuela -internado de San Marcos, “está en muy malas condiciones, deplorables para vivir, tenemos los edificios en donde están los dormitorios todos cuarteados, en riesgo de un derrumbe, necesitamos que el gobierno se haga consciente”.

            “Si bien se sabe, la escuela normal Matías Santos Ramos es una de las escuelas para maestros con mejor promedio del estado, si no es que la de mejor promedio, y es una de las más olvidadas en parte de infraestructura”, finalizó.

Al llegar a plaza de armas, los normalistas reunidos en Zacatecas, realizaron un mitin político, y enseguida, un festival artístico – cultural.