Ciudad de México. En México hay cerca de 2 millones de usuarios que consumen productos libres del humo del cigarro, tales como vapeadores, cigarrillos electrónicos o calentadores de tabaco. Si bien esto es un indicativo claro de que el mercado, y la demanda, existen en el país, este tipo de productos no se encuentran regulados, a pesar de que se ha comprobado científicamente que éstos son r menos dañinos que el cigarro tradicional.
La cantidad de usuarios de productos alternativos al cigarro ha ido aumentando significativamente durante los últimos años, lo que indica que los fumadores adultos cuentan con el interés de cambiar a una mejor alternativa. Bajo este mismo contexto, es importante que los consumidores cuenten tanto con información como con la seguridad de los productos que consumen.
Los productos alternativos al cigarro son aquellos que buscan suministrar tabaco y nicotina de maneras más eficientes y con menos riesgos y daños. Surgen de la innovación tecnológica, lo cual ha permitido eliminar la combustión, y por ende el humo, del consumo de tabaco y nicotina erradicando la mayor parte de los tóxicos que pueden llegar a afectar a los fumadores adultos. Hoy en día existen de distintos tipos: cigarros electrónicos, vapeadores, tabaco calentado, snus, etc..
Cada uno posee características particulares y subclasificaciones, sin embargo, todos comparten el ser alternativas sin humo y la preocupación por ser opciones de menor riesgo y daño para sus consumidores.
Algunas alternativas libres de humo han sido efectivas en algunos países para disminuir el consumo del cigarro convencional, tal es el caso de Reino Unido, Nueva Zelanda y Estados Unidos. Adicionalmente, varios estudios independientes internacionales han descubierto que - bajo una regulación estricta – éstos pueden llegar a ser hasta 95% menos dañinos que el cigarro convencional, como lo menciona una publicación del Institut Public Health England.
De hecho, estas opciones generan menos sustancias dañinas o potencialmente dañinas para el cuerpo humano gracias a que logran eliminar el proceso de combustión. Esto debido a que al no funcionar mediante fuego (combustión) no se generan, ni transmiten, las sustancias tóxicas a través del humo.
Son estas sustancias las responsables de la mayoría de las enfermedades crónico-degenerativas asociadas con fumar. Si bien la nicotina no es inocua, no es ésta la responsable de la mayoría de estas afectaciones.
Pese a esto, existen varios retos en cuestión de regulación de los productos sin humo para hacerlos más accesibles a los fumadores adultos, así como para brindar información a los consumidores o a los usuarios que buscan una mejor opción al cigarro.
Actualmente existen ejemplos de los beneficios que puede tener regular las alternativas sin humo, tales como mitigación del mercado negro, , reducción dedaños en el consumo y a los fumadores adultos, restricciones de acceso a menores de edad, y por supuesto, que podría resultar beneficioso para aquellos fumadores adultos que buscan mejores alternativas de consumo de nicotina.
La prohibición no es la respuesta para las personas que han decidido seguir consumiendo nicotina. Una mejor opción es hablar e informar sobre estas alternativas, recordando que la mejor opción siempre será dejar el cigarro, pero para aquellos que deciden no hacerlo existen mejores alternativas.
Para saber más sobre alternativas sin humo visita: www.futurosinhumo.com.mx
(En colaboración con Philip Morris)