Washington. El presidente Joe Biden, después de ofrecer cálidas declaraciones sobre la cooperación amistosa entre los países vecinos durante la Cumbre de Líderes de América del Norte en México, regresó a una realidad más fría donde su gobierno espera que su socio mexicano acepte continuar con importaciones de maíz transgénico y aporte aún más a los esfuerzos para frenar el flujo de la migración no autorizada en la frontera suroeste.
El lunes pasado, mientras Biden estaba reunido con el presidente Andrés Manuel López Obrador en México, su secretario de Agricultura, Tom Vilsack, se encontraba en Puerto Rico ante el congreso de la organización de granjeros más grande de Estados Unidos, donde declaró que, como resumió un medio especializado en agricultura, “‘no habrá concesiones con México sobre maíz genéticamente modificado’, dice Vilsack”.
En sus comentarios, según una grabación oficial compartida con La Jornada, Vilsack declaró que había conversado directamente con López Obrador sobre el asunto, y que con el debido respeto al Presidente, esto es algo que le expliqué personalmente y entonces lo diré públicamente, no logrará encontrar suficiente maíz no genéticamente modificado para alimentar su ganado
. En la conversación que sostuvo con reporteros, el secretario de Agricultura agregó que le dijo a López Obrador que México acabaría con operaciones de ganado reducidas y precios más altos si procede a prohibir el maíz transgénico
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Vilsack recordó que el gobierno estadunidense tiene hasta el 15 de enero para responder a las propuestas mexicanas para abordar la controversia sobre importaciones del maíz de su país, y al ser cuestionado qué tanto podría ceder Estados Unidos en su posición de negociación, subrayó que no hay razón por la cual hacer concesiones
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El gobierno estadunidense opina que el comercio no debe ser restringido, y aseguró que al fin del día, el acuerdo que alcancemos con México y Canadá será en apoyo de un sistema basado en la ciencia y vamos a continuar impulsando el T-MEC
. Sin embargo, también ofreció lo que podría ser la ruta de una solución negociada: estoy razonablemente seguro que el mercado ahí abajo (en México) deseará la producción de más maíz blanco de mexicanos y que no es genéticamente modificado para sus tortillas, y eso es lo que el mercado está diciendo, y entonces el mercado responderá a eso
. Pero subrayó que eso no debe dar razón a una prohibición contra el ingreso a México de maíz, incluyendo el transgénico.
Según fuentes en la industria agraria, un posible acuerdo bajo el T-MEC sería que México permita la importación de maíz transgénico, pero que prohíba la llegada de la semilla blanca modificada. Sin embargo, eso implicaría que México ceda su posición inicial de prohibir la compra al extranjero de todo maíz transgénico para 2025.
Migración
Un desafío mucho mayor para el gobierno de Biden es el del manejo del tema de la migración, en el que enfrenta tanto oposición de los republicanos como de varios demócratas a sus propuestas de reforma migratoria. La incesante pugna político-electoral sobre el tema obligó a Biden a demostrar que está dispuesto a usar medidas cada vez más agresivas para frenar el flujo migratorio en la frontera, y ahora necesita que México haga aún más para ayudarlo en este objetivo.
La semana pasada al prepararse para la cumbre, Biden declaró que había logrado un acuerdo con López Obrador para que Estados Unidos expulse a México a un total mensual de 30 mil migrantes que intentan ingresar por su frontera provenientes de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Haití –lo cual suma potencialmente hasta 360 mil al año– a quienes se les niega una audiencia para sus solicitudes de asilo porque no hicieron ese trámite desde sus países de origen y buscaron cruzar la frontera sin autorización.
Eso fue seguido por una escala organizada de último momento en su viaje rumbo a México en El Paso, Texas, para su primera visita como presidente en la frontera, donde fue a anunciar que invertirá más recursos en medidas para frenar el flujo de inmigrantes indocumentados en la frontera. También logró que ese fuera el enfoque de los medios sobre su viaje a la cumbre, con el New York Times reportando que Biden defiende su labor en la frontera
y el Washington Post titulando su nota: Líderes acuerdan cooperar sobre controles de migración
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Mientras políticos y funcionarios estadunidenses, e incluso el presidente, reconocen que las causas de migración incluyen crisis económicas, violencia, cambio climático y guerras (aunque no reconocen la mano estadunidense en fomentar algunas o partes de estas causas), todo indica que los derechos básicos de migrantes y refugiados incluyendo los supuestamente garantizados por leyes internacionales y nacionales son secundarios.